Hazard, el galáctico más normal
"Era y sigo siendo amigo de Eden. Es muy humilde y su familia, igual: es como usted y como yo", afirma a As Alex Gaspar, excompañero.
A tan sólo 1,4 kilómetros de El jardín de Eden, en Braine-le-Comte hay otra parada futbolera obligatoria: el Stade du Poseur. El complejo deportivo, propiedad del municipio, está destinado a los entrenamientos de todos los equipos del Royal Stade Brainois y a los partidos de la cantera. En esos campos fue donde Hazard jugó sus primeros encuentros con ficha, siendo todavía un chaval pero que ya pensaba 24 horas en fútbol.
Y en ellos se encontró As con Alex Gaspar, vecino del municipio y en tiempos compañero del nuevo jugador del Real Madrid. "Era y sigo siendo amigo de Eden. Jugaba con él, yo era portero, y también nos íbamos de vacaciones juntos. Ahora nos picamos a la Play. Esta mañana (por la del sábado) he ido al Centre (Belgian Football Centre), hemos tomado café y me ha dado entradas para el Bélgica-Kazajistán. ¿Cómo estaba? Como siempre. Feliz por el fichaje, pero a la vez tranquilo. Me escribió ayer (por el viernes), después de que se hubiera anunciado su fichaje, para concretar el plan de esta mañana. No hablamos de fútbol. Es muy humilde y su familia, igual: es como usted y como yo. Si ve a Thierry, su padre, que hace un poco de todo en el club, lo mismo".
Así, palabra arriba, palabra abajo, describe a Hazard cualquiera que le haya tratado en su país, desde los periodistas que cubren la actualidad de los Red Devils hasta su gente más cercana: pese a su fama y su cuenta corriente, aseguran que se comporta como un chico como cualquier otro. Otra prueba de ello fue su plan de ayer, día libre concedido tras algún trabajo de recuperación por Roberto Martínez a sus jugadores: ir con su hermano Thorgan a comer a casa de sus padres, como todo hijo de vecino un domingo. Así es Hazard: el galáctico más normal.