Iván vuelve para colarse en la pelea por el ascenso

Hace justo un año, Iván Buigues dejó entre lágrimas el Hércules, su hogar. El meta, después de 14 años en la casa blanquiazul, dijo adiós en busca de oportunidades. El de Muchamiel lloró en su adiós y desde ese día soñó con regresar en un futuro al Rico Pérez. Pero jamás se le pasó por la cabeza que lo haría tan pronto. Y menos, para lucir una camiseta diferente a la del Hércules. "Será extraño cuando esta tarde me toque entrar al vestuario visitante", dijo a AS esta semana el portero alicantino.

El destino ha querido que Iván tenga que cruzarse en el camino de 'su' Hércules hacia Segunda. Encima, lo hace asentado en la portería del Logroñés desde hace varias semanas y tras la lesión de Miguel. Hoy es un día grande y especial para Iván, que sueña con reivindicarse ante su gente.

Buigues pondrá el morbo, la pimienta y la emoción. Sin embargo, Hércules y Logroñés no están para sentimentalismos. Tras dejar en la cuneta a Barakaldo y Badajoz, hoy arranca un doble asalto que tendrá su fin dentro de siete días en Las Gaunas. El objetivo es seguir con vida y colarse en la gran final. Ahora mismo están a 180 minutos de dar el último empujón.

Hércules y Logroñés son siameses, casi clones. Eso dicen sus números. Ambos han sido de los menos goleados de toda la Segunda B, aunque el Logroñés hizo añicos esa estadística hace una semana frente al Badajoz (3-3). Aquello fue un accidente quiere pensar Sergio Rodríguez, técnico del Logroñés. El conjunto riojano tiene problemas en ataque, ya que Rayco se lo pierde por lesión y Marcos André, pichichi rojiblanco, llega con molestias y lo normal es que espere en el banquillo.

Planagumà, salvo sorpresa, apostará por el mismo once, ya que tiene a toda la plantilla a su disposición. No obstante, hasta el final estará la duda en el lateral izquierdo: Adrián o Nani. El Rico Pérez, con casi 20.000 almas, arderá con Iván en el foco.