Cumbre entre Messi, Piqué y Luis Suárez en el autocar
Durante el trayecto en autocar hacia el aeropuerto de Sevilla se convocó una reunión improvisada entre los pesos pesados donde se habló acaloradamente sobre la situación en la que queda el equipo.
Los pesos pesados no se quedaron indiferentes tras sufrir una nueva decepción en sus carnes. Si la humillante derrota en Anfield dejó al vestuario abatido y tocado, la derrota en la final de Copa ante el Valencia no ha hecho más que confirmar la necesidad de medidas drásticas.
Durante el trayecto entre en estadio Benito Villamarín y el aeropuerto de Sevilla se convocó una reunión improvisada de urgencia entre varios de los pesos pesados de la plantilla para discutir sobre por qué el equipo ha acabado la temporada de una forma tan lamentable. Con Leo Messi a la cabeza, se agruparon al final de los asientos Luis Suárez, Gerard Piqué y el responsable de la oficina del jugador, Pepe Costa, amigo íntimo del crack argentino.
Estuvieron debatiendo de forma acalorada durante más de veinte minutos según cuentan testigos que presenciaron la escena. De hecho, la intensidad de las conversaciones era de tal magnitud que una vez todos los jugadores salieron del autocar, ellos se quedaron aún un buen rato en el autocar hablando sobre lo que había pasado en este tramo final de temporada, donde se tiró por el retrete la posibilidad de ganar un triplete.
Durante más de diez minutos estuvo esperando la expedición blaugrana en la jardinera que debía llevar al grupo al avión. El motivo era que los capitanes seguían debatiendo en el autocar. Finalmente decidieron dar por finalizada la reunión ante la mirada atónita de más de un compañero.
No hay duda de que el contenido de esta ‘cumbre’ podría abrir los diarios durante las próximas semanas. Parece evidente, al menos por las declaraciones públicas realizadas por los protagonistas, que la continuidad de Ernesto Valverde no se discute en el vestuario, pero es también una realidad que el club necesita dinamizar una situación que va camino de acabar enquistándose si no se pone remedio de forma urgente.