El final de temporada deja tocado a Jordi Alba
Sus partidos en Liverpool y Sevilla, donde cometió errores y salió en la foto de casi todos los goles, deslucen su curso y ponen en debate su falta de competencia y descanso.
Gerard Piqué se acercó a consolar a Jordi Alba al final del partido. Al borde de las lágrimas, el lateral no encontraba consuelo. Alba se lo dejó todo en el Villamarín, pero las piernas no le dan para más. Al menos esta temporada. Indiscutible en el lateral izquierdo, donde no ha tenido ninguna competencia, ha jugado 56 partidos oficiales (54 con el Barça y dos con la Selección), 4690 minutos. Demasiados como pra perseguir a Shaqiri o a Carlos Soler en el desastre de Anfield o en la final de Sevilla.
Jordi Alba salió en la foto de los goles del 1-0 y del 2-0 del Liverpool en la vuelta de la semifinal de Champions, pero lo que resultó más sorprendente es que ante un futbolista que no es un velocista como Carlos Soler, no aguantase una carrera larga en la jugada del gol de Rodrigo. Soler tuvo mucha más energía para aguantar una cabalgada que dejó señalado al lateral de L'Hospitalet.
Los laterales vuelven a estar en cuestión en el Barça. La apuesta del club por el sevillano Miranda este verano tras la marcha de Lucas Digne al Everton ha resultado fallida. "¿No queréis cantera? Pues cantera", decía este verano Bartomeu en la gira por Estados Unidos cuando se le preguntaba si vendría algún futbolista para tapar la baja del francés. Valverde y Pep Segura escogieron a Miranda por delante de Cucurella, que se marchó el Eibar. Pero el Barça era todavía demasiado toro para un crío de 19 años. Sus partidos en la Copa, especialente contra el Levante, demostraron que todavía no estaba en condiciones de jugar partidos de nivel en el Barça. Así que hubo que aceptar que Alba sería titular toda la temporada. Una realidad diabólico. Primero, el jugador sabía antes de empezar la temporada que nadie le tosería en su puesto. Y segundo, el Barça estaba entregado a él. Cualquier lesión o descenso de rendimiento tendría consecuencias directas para el equipo.
El final del curso ha demostrado que 56 partidos son demasiados para un futbolista que ya ha alcanzado la treintena y que ha acabado de pico bajo. El Barça se ve obligado a revisar el rendimiento de Jordi Alba en los partidos de máxima dificultad. Su valor ofensivo está fuera de toda duda. Ha repartido 17 asistencias esta temporada. Sin embargo, las citas grandes lejos del Camp Nou empiezan a superarle con relativa frecuencia. Sea por cuestiones de concentración o de pura impotencia. Parece incuestionable que necesita competencia, pero también descanso para no llegar así a los finales de temporada.
El lateral derecho también se cuestiona. Ni Sergi Roberto ni Semedo han estado a la altura deseada en los dos últimos partidos clave de la temporada. El primero sufrió muchísimo ante Mané en Liverpool. Contra el Valenia, el primer gol también llegó por su zona. Tampoco lograron estirar al equipo lo suficiente en ataque. Si Marcelino sabía que los laterales eran una de las claves del partido, ganó la partida. En el tiempo de reflexión que se abre en el Barça, de los laterales también habrá que sentarse a hablar. El fichaje de un lateral izquierdo se da por seguro (Cucurella ha rendido bien en el Eibar pero en la posición de interior). Todos los ojos miran también, en este caso a Pep Segura, el mánager general del área de fútbol que ahora está en la diana.