La rutina del Barcelona se enfrenta a la ilusión del Valencia
El Barça viaja en el mismo día, no habrá celebración ni comida de hermandad. El Valencia se concentra hoy en Jerez de cara a su la final.
La final de Copa del sábado (21:00) entre Barcelona y Valencia no sólo va a enfrentar a dos equipos, sino a dos maneras de preparar una final. Mientras que en Barcelona se prepara con la rutina habitual de las finales y de cualquier otro partido, en Valencia la cita se vive con la intensidad de un acontecimiento único. Para muestra, un ejemplo: mientras los jugadores de Valverde estén hoy camino de sus domicilios tras acabar el entrenamiento en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí, el Valencia estará llegando al Hotel Montecastillo de Jerez de la Frontera, que será a partir de hoy su cuartel general para la final.
La sensación de rutina en el equipo blaugrana es tal que incluso se ha cancelado la tradicional comida que celebra la plantilla antes de las finales o partidos importantes. Desde dentro del propio vestuario reconocen que "después de lo de Anfield" no está el horno para bollos.
Así pues, la planificación del lado blaugrana no dista de la de cualquier partido liguero. El equipo se entrenará hoy por la mañana en Sant Joan Despí y mañana por la tarde después de la rueda de prensa de Valverde y dos jugadores aún por determinar. El sábado, el mismo día de la final, volarán a las diez de la mañana rumbo a Sevilla para comer en el hotel habitual del club en sus desplazamientos a esa ciudad y aguardar la hora del partido. Tras la final, sea cual sea el resultado, la expedición blaugrana regresará a Barcelona donde tiene previsto aterrizar sobre las 2.30 de la madrugada ya con el equipo oficialmente de vacaciones. No está prevista ninguna celebración en caso de victoria (lo que supondría el segundo doblete consecutivo y el noveno de la historia del club). Se da por hecho que la mayoría de jugadores se irán el mismo domingo a incorporarse con sus selecciones o de veraneo.
Un partido especial. Nada que ver la hoja de ruta de la rutina barcelonista con la de la ilusión valencianista, que se ha tomado la final como un hito propio de un club que quiere celebrar su centenario con un título. Hay que añadir que hace once años que el Valencia no gana ningún título ni llega a una final y que esta del sábado será el primer gran partido de este calibre para la mayoría de los integrantes de la plantilla del Valencia, incluido el entrenador, que también dirigirá su primera final.
Si el Barça viaja en el día, el Valencia pisará ya hoy tierras andaluzas para concentrarse en el Hotel Montecastillo, donde se ejercitará por la tarde en un entrenamiento a puerta cerrada. El viernes antes de la sesión, que también será en Montecastillo, Marcelino atenderá a la prensa al lado de Jaume Doménech y Dani Parejo.
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A diferencia también del Barcelona, el Valencia en caso de victoria celebrará el título en el hotel donde se concentra y no regresaría a Valencia hasta el domingo por la tarde. En caso de derrota adelantarían el viaje al mismo día por la mañana.
Donde no hay diferencias es entre las aficiones. Ambos clubes han colocado las 21.400 entradas que les tocaban y desde el lado blaugrana se han fletado ocho trenes y cuatro aviones para ir y volver en el día. Los valencianistas empezarán a dejarse ver por Sevilla ya el viernes por la noche.
