LEGANÉS

El Leganés trabaja en el futuro pensando en defensa de cinco

La intención inicial de Pellegrino es mantener para el curso que viene el mismo sistema, no sólo por los buenos resultados, sino por la confección de su actual defensa.

Javier NavarroDiario AS

El Leganés trabaja ahora mismo en la próxima temporada pensando más en retener a los futbolistas (bien cedidos, bien en propiedad) que en las incorporaciones de caras nuevas. Así lo admitió ayer Txema Indias, director deportivo, en la Cadena Cope: primero apuntalar y luego, fichar. En todo caso, sea para mantener piezas claves del engranaje, sea para traer piezas nuevas, el club se mueve bajo el baremo de mantener el sistema que ha usado Mauricio Pellegrino a lo largo de la campaña recién concluida. La defensa de cinco seguirá siendo la guía del equipo.

El segundo proyecto de El Flaco mantendrá, al menos para el comienzo del verano, el sistema que tan buenos resultados le ha dado este año. Cabe recordar que el Leganés ha finalizado el curso como el cuarto equipo menos goleado de Primera División con 43 dianas encajadas. Sólo le superan Atlético de Madrid, Valencia, Getafe y Barcelona, todos equipos que disputarán competiciones europeas.

Sucede, además, que un cambio de sistema se antoja muy difícil por las características de los defensas con los que cuenta Pellegrino en estos momentos. Así lo ven desde el club y así lo entiende el cuerpo técnico. Salvo revolución en la zaga (algo que parece muy complicado), lo normal es que la pretemporada trabaje con los mimbres de perpetuar el sistema.

Un cambio que propició Siovas

A su llegada a Leganés, Pellegrino inició jugando con 4-2-3-1 que a veces era un 4-4-2 e incluso un 4-3-3. Fórmulas ofensivas que el técnico cambió a petición de Dimitris Siovas. El Flaco ha confesado que en un entrenamiento el defensa griego le conminó a retrasar la línea defensiva.

“Míster, defendemos muy arriba y nosotros somos defensas lentos”, le dijo en aquella ocasión el central. Pellegrino, siempre receptivo a las indicaciones de sus futbolistas, meditó sobre esta idea y le dio la razón a su pupilo.

La solución fue retrasar la zaga y comenzar a defender de manera diferente basándose también en un nuevo sistema, la defensa de tres centrales, que hubo que ir puliendo con el paso de las semanas.

Aunque el técnico comenzó jugando con un 5-4-1, finalmente impuso el 5-3-2 como fórmula habitual y casi inamovible en sus alineaciones, aunque el Flaco también ha mutado en ocasiones el dibujo con el partido en marcha para buscar mejores resultados. Revoluciones que, todo sea dicho, en muchos momentos le han sido efectivas.

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