Pensando en la Copa
Feliz fin de curso para dos equipos satisfechos (16:15, beIN Sports). Ante las bajas, el Barça probará opciones para la final.
Fin de curso feliz en Ipurua (16:15 horas beIN) entre un Eibar, que vuelve a completar un curso modélico manteniéndose en Primera de nuevo con una gestión envidiable, y un Barcelona que hace tres semanas que es campeón. Nada que discutir en un encuentro que se presenta perfecto para cerrar una temporada a lo grande entre dos equipos que ya han hecho sus deberes (sigue el partido en directo en As.com).
El Eibar empieza desde hoy a poner los cimientos de su nuevo proyecto al que cada día se le exige más sin tener en cuenta lo que le sucede a otros equipos que el curso que viene verán LaLIga Santander por televisión.
Para el Barcelona, el partido supone un ensayo general de cara a la final de Copa de la semana que viene en Sevilla ante el Valencia.
Valverde decidió que esta semana fuera de relax y concedió a sus jugadores tres días libres para despejarse y no parece que vaya a reservar efectivos. Algo de actividad y competición antes del partido que debe de cerrar el curso es más que recomendable.
Especialmente porque ya sabe el técnico culé que en esa final no podrá contar ni con Suárez ni Dembélé. Coutinho llegará muy justo y de Arthur tampoco hay noticias. Esta circunstancia se traduce en que se tendrá que improvisar una delantera que debería rodarse en Ipurua. Si el Barça piensa en la semana que viene, en el Eibar puede ser un partido de despedidas. Jugadores clave en el curso del equipo vasco como el portero Dimitrovic, el defensa Cucurella o el centrocampista Jordán podrían disputar su último partido con el conjunto armero. Ofertas no les faltan y el Eibar mantendrá su política sostenible.
En el lado blaugrana se incorporan de nuevo a la lista de convocados cinco canteranos que podrían tener su oportunidad a lo largo de un partido que puede servirles para ganar puntos de cara a un futuro inminente, mientras en el club se sigue hablando más de fichajes que de lo que está en juego, que no es poco.