A VUELTAS CON LA NUEVA CHAMPIONS
La ECA, de nuevo a la carga
Se reúnen hoy en Suiza los presidentes del núcleo principal de la Superliga. Las cuatro grandes ligas de Europa han hecho frente común.
EI núcleo duro de la Asociación Europea de Clubes (ECA) se ha citado en Suiza de tapadillo para darle otra vuelta de tuerca al proyecto de Superliga bajo el manto protector de la UEFA. Al cónclave de Nyon asistirán hoy el Real Madrid, representado por su vicepresidente, Pedro López Jiménez, y el Barcelona, por Josep María Bartomeu. Ni rastro del resto de los equipos de LaLiga miembros de la ECA: Athletic, Sevilla, Valencia, Villarreal, Real Sociedad y Málaga.
Sobre la mesa de este grupo de clubes de élite (Real Madrid, Barcelona, Manchester United, Bayern Múnich, Juventus, Chelsea, Arsenal, PSG, City, Liverpool y Milán, que figuran como fundadores, además de Atlético, Dortmund, Marsella, Inter y Roma, que están como invitados) está la estrategia para consolidar la nueva competición, con ascensos y descensos y con cuatro grupos de ocho equipos y eliminatorias desde octavos de final en su principal división, con la sospecha de que algunos de estos encuentros pudiesen jugarse los fines de semana, algo que la UEFA niega de plano pero que barruntan en la Asociación Europea de Ligas (EFPL). "Nos preocupa el concepto que defiende la ECA, porque si la competición tiene más partidos se necesitarán más fechas; los fines de semana siempre han sido de las competiciones domésticas, y así debe continuar siendo", advirtió el presidente de la EFPL, el sueco Olsson, que tiene como principal aliado a Javier Tebas (LaLiga) aunque también le apoyan la Premier, la Ligue 1 de Francia, la Serie A italiana y la Bundesliga que han mostrado su oposición frontal al plan que trazan los clubes que manejan la ECA, un cogollito de elegidos que aspiran a quedarse con la parte del león de los derechos de televisión. "Es indispensable que las ligas y los clubes, grandes y pequeños, participen y no dejen que nadie tome decisiones por ellos", indicó Olsson en su reciente visita a Madrid.
Ceferin, el presidente de la UEFA, trata de templar gaitas y niega la mayor. En una entrevista al New York Times aseguró que "nunca se ha contemplado pasar la Champions a los fines de semana", pero algunos documentos filtrados por Football leaks le desmienten. En la EFPL creen que Ceferin está entregado a la ECA de Agnelli. El italiano está resuelto a sacar el plan adelante, y cuenta con el apoyo incondicional del núcleo duro de esos 16 equipos (que podrían ampliarse a 24) que tendrían plaza vitalicia en la Champions y que no estarían sujetos a los ascensos y descensos ni a las dificultades de clasificación que tendrían todos los demás, organizados en otras dos divisiones europeas: la Europa League 1 y la Europa League 2. Basta decir que las ligas europeas sólo tendrían derecho a cuatro plazas en la nueva competición.
Contra este panorama, la EFPL ha hecho causa común. Francia e Italia ya han advertido que podrían dejar sin licencia a los clubes que acepten jugar la nueva Superliga. España y Alemania pueden seguir pronto su ejemplo. El argumento es que los clubes con derecho de pernada en la Superchampions, los vitalicios, se enriquecerían más cada año al ser regados con los millonarios derechos de televisión, y eso provocaría una competencia desleal en las ligas nacionales. Pero además, cambiaría el concepto clave de la Champions: conseguir la clasificación a través de los méritos deportivos en las ligas nacionales.