BARCELONA

El vestuario sigue en estado de shock: ninguna arenga, ninguna reunión, ningún reproche…

"La gente está mucho peor que cuando perdimos en Roma". Esta es la conclusión de una voz autorizada dentro del vestuario casi tres días después de la debacle en Anfield.

Han pasado ya más de 48 horas de la eliminación en la Champions, pero la sensación que existe todavía en el vestuario es que acaba de suceder hace sólo unos minutos. Los mismos gestos de abatimiento, resignación, desolación y hasta resignación que se vivieron en el viaje de regreso a Barcelona el pasado martes se repitieron este viernes en el regreso a los entrenamientos en la Ciudad Deportiva. El silencio más absoluto y los rostros de preocupación y cansancio fueron la nota predominante en la jornada.

Pese a que algún jugador como Luis Suárez dejó caer en caliente y nada más acabar el partido que era la hora de coger el toro por los cuernos y hacer "autocrítica y reproches porque ya somos adultos", lo cierto es que este viernes en el reencuentro de los jugadores y el staff técnico tras dos días de descanso no hubo nada que rompiera el silencio mortuorio que se ha instalado en el vestuario blaugrana. Ni una arenga, ni un discurso motivador, ni una reunión para afrontar la situación, ni una cumbre entre capitanes para hacer autocrítica, ni un paso adelante de Ernesto Valverde para buscar soluciones, ni una terapia de choque para decirse las cosas en la cara. Nada de nada.

De hecho, todo el mundo esperaba un gesto de Valverde, pero el entrenador se mostró parco en palabras y en gestos. "Está muy tocado", confesaba una persona dentro del vestuario, poniendo en duda sobre si tendrá fuerzas y ánimos suficientes para levantar la moral y seguir adelante un año más. En todo caso, el técnico blaugrana es consciente que cuenta con todo el apoyo de los pesos pesados del equipo para continuar su recorrido al frente del equipo.

Este sábado hay sesión de vídeo táctica para analizar al rival del domingo, el Getafe, antes de la sesión vespertina y se espera que sea allí donde Valverde realice la arenga al equipo, aunque lo cierto es que los ánimos están bajo tierra.

"Ahora mismo ni ganando la Copa se arregla esto", reconocía la misma persona, consciente de que el 4-0 del Liverpool ha abierto una grieta demasiado grande en el seno del club. Y es que si alguien quiere conocer el significado exacto de la palabra depresión sólo ha de visitar el vestuario del primer equipo en la Ciudad Deportiva.

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