1x1 del Barcelona: Coutinho, el abanderado del desastre
El internacional brasileño, que firmó en estas semifinales su sentencia de muerte en el club, fue el fiel reflejo de la impotencia e indolencia del Barcelona en Anfield.
Ter Stegen: Impotencia es la palabra que puede definir la actuación del meta alemán en Anfield. Encajó cuatro goles y aún salvó unos cuantos más. En el segundo aún pudo hacer algo más ya que tocó el balón, pero no lo suficientemente para despejar el remate de Wijnaldum. El cuarto dejó bien claro el desconcierto global del equipo, que ‘regaló’ el gol a Origi tras un saque de esquina que no estaba nadie en sus marcas todavía.
Sergi Roberto: Como lateral derecho no sabe desenvolverse contra jugadores de nivel alto. No es rápido ni contundente. Cuando intentó arreglar Valverde el desaguisado, poniendo a Semedo en la banda derecha y subiendo al de Reus al mediocampo, ya era demasiado tarde. Además nunca dio seguridad en la salida de balón, con pérdidas incluso a la hora de ceder el balón a Ter Stegen. En ataque aportó nada.
Piqué: Ni el mejor central del planeta es capaz de soportar semejante avalancha de juego. Hizo lo que pudo, pero a medida que iba pasando el tiempo se le veía más desbordado e incapaz de aguantar el empuje ofensivo del equipo de Klopp. Achicó agua hasta que el barco ya estaba en el fondo del mar.
Lenglet: El francés no tuvo su noche, pero no fue ni mucho menos de los peores. Su partido fue insuficiente, sobre todo en el cuarto gol, donde le robaron directamente la cartera en el saque de esquina. El central sorprendió en esta ocasión por sus enormes desajustes a la hora de sacar el balón.
Alba: Su peor partido esta temporada. Mal en defensa y peor como carrilero. Una cesión suya atrás errónea propició el primer gol del Liverpool y una pérdida de balón absurda acabó en otro gol del rival. Además se precipitó en los centros al área, cometiendo errores impropios de su enorme calidad.
Sergio Busquets: Desastroso. Es evidente que no está atravesando su mejor momento, pero las carencias empiezan a ser ya preocupantes, sobre todo físicas. Cada vez entendemos más dónde va a jugar Frenkie de Jong la próxima temporada. Y lo peor de todo es que no fue ni mucho menos de los peores.
Rakitic: Partido muy discreto del croata, que no supo nunca dominar su territorio ni tampoco dar consistencia al juego blaugrana. Aportó pocas soluciones, tanto en ataque como en defensa. Se vio superado ante la intensidad del rival.
Arturo Vidal: El único que aguantó el mediocampo en la primera parte ante la desidia general de sus compañeros. Estaba en todas las partes, intentando recuperar balones y ofreciendo salidas de balón. Tras el descanso su juego bajó muchos enteros y acabó siendo sustituido. Su rostro mientras abandonaba el campo mostraba que no estaba del todo de acuerdo con la decisión de Valverde. En todo caso, el mejor entre los blaugrana.
Messi: Su rostro desencajado y con los ojos humedecidos al final del partido no podía ser más expresivo. Se acabó prácticamente la temporada para el crack argentino que tendrá que esperar otro año más a ganar esa ‘copa tan linda’. Lo intentó de todas las maneras posibles, sobre todo en una primera parte más que aceptable, con hasta cuatro remates a puerta, pero entre Alisson y la mala puntería acabaron frustrando todas las ocasiones. Tuvo demasiadas lagunas en su juego y el equipo lo acabó pagando. Pero aún haciendo un partido irregular, sin Leo este Barcelona sería un equipo simplemente ramplón.
Luis Suárez: El charrúa no estuvo apenas en el campo. No chutó, no se peleó, no mordió, no protestó…parecía que el recuerdo de Anfield le estaba intimidando. Apenas tuvo una ocasión clara de gol. Se le vio tan impotente como hundido. No dio una a derechas.
Coutinho: Ha firmado su sentencia de muerte como jugador del Barcelona. No se merece seguir vistiendo esta camiseta. Su partido fue de una indolencia impropia de un jugador de su nivel. Si espera que el Camp Nou le perdone anda lista. Su única vía de escape es buscar una salida este verano. Tiene talento, pero no carácter para liderar un equipo grande. Adiós y hasta nunca.
CAMBIOS
Semedo: Jugó en la banda derecha para poner el cerrojo en la sangría que estaba realizando Mané, pero entonces el Liverpool derivó a la izquierda para buscar soluciones ofensivas.
Arthur: Su entrada buscaba tener más control del balón. Lo logró en parte. No dio una a derechas en los pases entre líneas.
Malcom: Testimonial e intrascendente. Ninguna novedad.