Lío en el Peralada-Hércules por el lanzamiento de una piedra
Una aficionada del equipo catalán arrojó el objeto a un asistente. El árbitro lo recogió en el acta y el club presenta alegaciones.
El Peralada-Hércules terminó con lío. El colegiado del partido, Monter Solans, recogió en el acta el lanzamiento de una piedra a uno de sus asistentes por parte de una aficionada del conjunto catalán. El Peralada, filial del Girona, ha presentado hoy alegaciones al acta ante la Federación para exponer su versión y aclarar lo que ocurrió al término del partido. El club catalán se expone a una sanción.
"Acabado el partido, cuando mi árbitro asistente nº1 se dirigía hacia el túnel de vestuarios, recibe un impacto en su pecho de una piedra de unos 2 cm de diámetro por parte de una aficionada que por sus comentarios realizados era seguidora del club local. El incidente no causa ningún daño al árbitro asistente y no recibe atención médica". De esta forma, Monter Solans recoge lo que ocurrió tras el pitido final. El Peralada, en el mismo estadio, ya fue informado de la decisión del árbitro de denunciar lo ocurrido. Los delegados de ambos equipos fueron reunidos por el colegiado y a partir de ahí el club catalán entró en estado de shock por la incredulidad de lo acontencido.
En el Peralada dudan mucho de que una piedra golpease en el pecho del asistente. Incluso, en las alegaciones que han presentado, con vídeo incluido, se muestra como los Mossos d'Esquadra no tienen que intervenir en la salida de los colegiados del terreno de juego y salen con total normalidad. El club catalán también está intentando identificar a la aficionada que lanzó la piedra. De hecho, el delegado del Peralada, Xavi Geronès, invitó a las fuerzas de seguridad a que revisasen si había alguna piedra por el terreno de juego. El asistente afirmó que se había colado por una rejilla. El presidente del Peralada también bajó a los vestuarios cuando fue informado. Curiosamente, es médico y quiso interesarse por si el asistente estaba herido. Según Geronès, el juez de línea ni siquiera mostró su pecho y afirmó que no tenía ninguna herida. "Nos sorprende todo esto porque a nuestros partidos no van más de 300 personas y la mayoría es gente mayor del pueblo y familiares de los jugadores", afirma el delegado del filial del Girona.
El partido fue caliente porque terminó con once amarillas y dos expulsados por parte del Peralada. El hecho de que el Hércules ganase con un gol fantasma, que muchos no vieron, provocó que los ánimos se calentasen en el Nou Municipal. El Peralada también reclamó dos penaltis. Chicho Pelach, el técnico del conjunto catalán, también fue expulsado dentro de los vestuarios al decirle al asistente "no te voy a dar la puta mano y no se la deis al árbitro". El Peralada también afirma que su entrenador en ningún momento menciona la palabra "puta".