Cantalapiedra: "En el Twente he encontrado mi sitio en el fútbol"
Aitor Cantalapiedra recibe a As para hablar del Twente, un equipo de Primera que ha tardado un año en ascender, y su increíble temporada.
El Twente es un equipo enorme en Holanda, tanto que se le reconoce como "el cuarto equipo del país". Tras varias temporadas salvando problemas deportivos y, sobre todo, económicos, descendió a la Keuken Kampioen Divisie, la Segunda División del país, el año pasado. Sólo han necesitado 35 partidos para volver a la máxima categoría del fútbol holandés, y lo han hecho, en parte, a la gran temporada de Aitor Cantalapiedra (Barcelona, 23 años). El mediocentro recibe a As dos días después de celebrar ante más de veinte mil personas el ascenso directo.
-Se han proclamado campeones a falta de dos jornadas gracias a un último tramo realmente bueno, ¿cómo ha sido de decisivo?
-La verdad es que la racha llegó desde la dolorosa derrota contra el Jong Ajax (2-5 el 30 de noviembre), el filial ajacied. Ahí hicimos un cambio de chip, nos pusimos el traje de currante y encadenamos quince partidos invictos con sólo un empate. Eso es lo que nos dio la vida para sacar más puntos a los equipos que venían por detrás, porque sabíamos que tenían partidos muy difíciles. Fue lo que nos dio el colchón para, al final, ganar la liga.
-Desde el propio vestuario se admitía que esta temporada no esperaban subir, ¿cuál era el objetivo en verano?
-Cuando el club bajó, no había esperanzas de ganar la liga. Sí de llegar a la promoción de ascenso (del segundo al noveno puesto), pero éramos un equipo nuevo. Teníamos que conocernos todos, es una liga con equipos que juegan muy bien al fútbol. Un equipo con futbolistas que no habíamos jugando nunca entre nosotros... no éramos ni favoritos.
-El Twente ganó la Eredivisie en 2010, es un club enorme para estar en Segunda.
-Sí, el Twente, por lo que me han dicho aquí, es el cuarto equipo de Holanda. Cuando vienes a un club como este jugando en Segunda División es diferente. En agosto ya teníamos veinte mil socios. En cada partido había 25 mil personas. Ahí te das cuenta de lo grande que es el club.
-El presupuesto del club es muy alto, de 23 millones (el sexto más grande del país), pero para gastar en plantilla sólo es de 5 millones dados los problemas económicos que ha tenido el club y la deuda. ¿Es un tema del que se habla dentro del vestuario?
-Yo me acabo de enterar ahora mismo, nosotros no sabemos nada. Desde dentro del club no se habla de esto. Los jugadores estamos tranquilos, confiamos en el director deportivo y la gente que trabaja aquí.
-¿Qué espera de la próxima temporada?
-De momento pretendo quedarme en el Twente, tengo un año más de contrato y los fans me quieren mucho. Me gustaría jugar aquí en la Eredivisie.
-¿Cuál era su idea cuando llegó al Twente?
-Mi idea era volver a disfrutar del fútbol, porque pasé un año muy duro en Sevilla. Quería volver a sentirme futbolista y lo he superado con creces. No me podía imaginar que fuese un año así. He trabajado como el que más para sacar esto adelante.
-Esta temporada ha marcado 16 goles, todos coinciden en que ha sido clave para conseguir el ascenso. Si hubiese tirado todos los penaltis... ¡Habría llegado a los 24 tantos!
-La verdad que sí, pero Tom Boere es el tirador de penaltis y los tira muy bien. Yo cuando vine aquí ni yo mismo me esperaba hacer un año así. Me dieron libertad, trabajé mucho… y con trabajo y sacrificio salen las cosas.
-Le han acompañado Nacho Monsalve y Javier Espinosa, dos españoles más en plantilla.
-La adaptación fue más fácil. Ser dos españoles más Gonzalo García (segundo entrenador) ayuda. Te integran mejor. Hay un uruguayo, un portugués que también habla español… Pero tampoco hay grupitos, nos llevamos todos bien en el vestuario y gracias a que algunos sabemos inglés podemos hacer bromas con los holandeses. Es un grupo increíble.
-En Holanda ha habido una gran polémica porque el Twente pedía jugar su partido ante el filial del Ajax en el Johan Cruyff ArenA que, en ese momento, podría haber sido el partido en el que habrían ganado el título. ¿Cómo ha visto ese tema?
-Tampoco era demasiado importante, teníamos muchas ganas de jugar contra el Ajax pero para nosotros fue mejor poder ganar el título en casa con toda nuestra gente.
-¿Y cómo son los desplazamientos de la afición en un país tan pequeño?
-Yo puedo hablar del Twente, y para mí, es una locura. Jugábamos partidos a las ocho de la tarde, viernes y lunes, y venían mil personas. Pero aquí es más fácil porque esta todo más cerca. En Enschede la afición vive por y para el Twente.
-¿Cómo se está viviendo la temporada del Ajax en Holanda? Aquí está siendo el equipo de moda en Europa.
-Pfff, increíble. Los números, ver donde han llegado y a dónde pueden llegar lo dice todo. Están jugando un fútbol increíble, da gusto verlos jugar. Yo que lo tengo cerca siempre que puedo voy a ver al Ajax, que tengo a mi amigo André Onana ahí. Habló con él y está alucinando.
-¿Qué tal se ha adaptado al método de trabajo en los entrenamientos? ¿Cuidan mucho el balón?
-Yo he tenido la suerte de estar en el Barcelona y el Villarreal, que todos los entrenamientos eran con balón, y aquí son lo mismo. No es un país en el que sólo se trabaje el físico, siempre hemos tenido el balón como herramienta de trabajo lo primero y, segundo, el físico. En ese sentido, no he visto mucha diferencia.
-¿Se nota mucho el amateurismo en la liga? La mayoría de campos son de césped artificial...
-Sí, sí se nota. Al final, tú vienes entrenando toda la semana en natural y, quieras o no, al principio cuesta adaptarse al artificial: cómo bota el balón, si está regado o no… te acostumbras con el paso de los minutos, pero cuesta.
-¿Espera volver a España?
-De momento no pienso en el futuro, quiero estar un poquito fuera de España. Aquí he encontrado mi fútbol, nunca diré que no a volver a España, está claro, pero de momento me gusta vivir fuera.