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MANCHESTER CITY 4-TOTTENHAM 3 (4-4)

El Tottenham y el VAR echan a Guardiola de la Champions

Çakir, tras consultar el VAR, concedió un gol de Llorente tras golpear en la mano y anuló a Sterling el tanto que metía a su equipo en semifinales. El Ajax, el rival de los Spurs.

El Tottenham y el VAR echan a Guardiola de la Champions
Chloe Knott - DanehouseGetty Images

A estas alturas de la temporada deberíamos estar saturados de fútbol. Sin embargo hay partidos que son un regalo para el espectador. El de este miércoles fue un encuentro antiguo: durante los primeros quince minutos cada llegada era un gol, nadie miraba al móvil, era imposible redactar la crónica. Alguien preguntó, ¿cuál es el resultado? Cuatro tantos cayeron en once minutos y luego vendrían tres más. Se clasificó el milagroso Tottenham con la aportación final del VAR que anuló el gol que hacía de Sterling uno de los grandes héroes de la historia del City. Lo será, pero no esta noche grande que le perteneció al fútbol. Y a Pochettino.

Si alguien no sabía qué se está cociendo en la Premier League, quizá salió de dudas. Es cocina de alta escuela. Se mencionarán errores, y con razón, pero la velocidad de decisión, la calidad táctica y técnica de los equipos, el deseo de ser protagonista, todo eso se vio en el Etihad. Nadie buscó engañar al árbitro, nadie se escondió, nadie ahorró una gota de energía. En un balón perdido que Ederson lanzó fuera en la zona de los banquillos, Guardiola hizo el amago de cabecear y Pochettino el de bloquearle para impedirle el contacto. Ni un balón que ya no es suyo lo quieren regalar.

Los errores fueron groseros. En el primer tanto (del City) la defensa basculó lenta. Gran derechazo de Sterling. En el segundo y tercero (del Tottenham) falló Laporte con un control y un pase al contrario. En el cuarto, fue Lloris el que se tragó el gol. ¿Cuántos llevamos? Son ya había marcado dos. Había táctica por supuesto: los dos primeros balones del City fueron diagonales de los centrales a los extremos, intentando evitar el embudo que el Tottenham había creado en la ida. Al borde del área rival esperaban siempre al menos cuatro jugadores ofensivos del City. Un centro de de Bruyne no pudo ser interceptado por nadie y con 3-2 el partido era otro. Sterling ya llevaba dos.

En la segunda mitad, el City empezó a vivir al borde del área rival apoyados por una afición que sonó como nunca. Daba la sensación de que el Tottenham lo había dado todo, que la cosa estaba en manos del City. Así que llegó el tanto de Agüero, el 4-2. A Lloris el balón le pasó como un obús por el primer palo. Pero que nadie deje de leer porque falta por contar el gol de Llorente a la salida de un saque de esquina que tuvo suspense por el VAR (no fue mano) y cuando se acababa el partido, tras otro error esta vez de Eriksen, Sterling marcó otro tanto sin tiempo para reaccionar.

El campo flotó, el salto al aire fue universal menos en la grada del Spurs. Pero… había un fuera de juego que solo vio el VAR. Gol anulado correctamente. Y poco después Pochettino, Jesús Pérez, Miguel d’Agostino y Toni Jiménez se abrazaron porque su aventura en el exilio y su insistencia en soñar les ha llevado a las semifinales de la Champions.