Sergio González cumple un año como entrenador del Pucela
Si su llegada fue un soplo de aire fresco refrendada con el ascenso a Primera, ahora el técnico pasa por sus momentos más complicados metido en la pelea por evitar el descenso.
Un año ha pasado desde que Sergio González llegara al Real Valladolid y se convirtiera en el artífice, en el protagonista, del milagro del ascenso, provocando tres llenos en el estadio Zorrilla en el último encuentro de Liga y en los dos encuentros de playoff. Llegaba el entrenador barcelonés en una situación muy complicada con el equipo undécimo. La derrota de los pucelanos en Tarragona, 1-0, el día 8 de abril, con un gol en el minuto 88, acabó con la trayectoria de Luis César en el conjunto blanquivioleta dos días después, tras llevar en la cuerda floja un mes en el que se especuló con la llegada de Joaquín Caparrós, precisamente ahora en el Sevilla, equipo que derrotó al Real Valladolid (0-2) el fin de semana. El 10 de abril, el club comunicaba la destitución del gallego y ese mismo día, a mediodía, el Diario AS y la Cadena Ser adelantaban, al tiempo, que el elegido para suplirle era Sergio González.
Pese a comenzar perdiendo en el encuentro ante el Sporting (0-1), el equipo pucelano ganó cinco de los últimos siete partidos, empató ante el Cádiz y perdió en Zaragoza, con lo que se metió en el playoff de ascenso, donde fue muy superior al Sporting y el Numancia, consiguiendo el ansiado, e inesperado, ascenso, el día 16 de junio ante el conjunto soriano. Ni que decir tiene que el entrenador catalán fue de los más aclamados en las celebraciones del regreso a Primera.
En Primera. Con el ascenso, la llegada de su familia y la adaptación total a la ciudad, el técnico encontró la estabilidad plena, pese a las dificultades del mercado de fichajes derivado de la falta de dinero y de la inminente llegada de Ronaldo al accionado pucelano. El equipo empezó con dificultades para marcar, pero sacó puntos de Gerona y Getafe hasta que empató de forma heróica en Vigo (3-3) en los últimos segundos de partido, lo que dio paso a una racha de cuatro victorias ante Levante, Villareal, Huesca y Betis, lo que le llevó al partido ante el Espanyol con la posibilidad de ponerse colíder de Primera, pero empató.
Entonces llegó el encuentro en el Bernabéu, donde los pucelanos fueron mucho mejores, pero perdieron (2-0) y ahí comenzó un bajón continuado en el rendimiento de la plantilla que, salvo la victoria en Anoeta (1-2), llevó a los pucelanos a ir bajando en la clasificación. Y es que desde la victoria en San Sebastián, los pucelanos sólo han ganado al Celta (2-1) y al Eibar (1-2), empatado cuatro y perdido 10, sumando 10 puntos de 48. El equipo, a falta de siete jornadas, cuenta con 30 puntos y sigue fuera del descenso, pero Sergio y sus jugadores saben que deben buscar tres victorias para conseguir la salvación.
Renovado en descenso. El técnico del Real Valladolid se ganó seguir con el ascenso y, además, fue renovado por el club el 20 de septiembre, por una temporada más, en una prueba de la confianza, refrendada por Ronaldo, en el técnico catalán pese a que en esas fechas, la plantilla pucelana se encontraba en descenso, en la jornada cuatro.