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CELTA

Iago Aspas: "Perdí dinero por jugar en el Celta, porque yo quiero ser leyenda aquí"

El moañés atiende a As tras su exitosa reaparición, con tres goles y dos asistencias en sus dos primeros partidos. Presume de sentimiento celtista, explica porqué rompió a llorar tras ganar al Villarreal y habla sobre sus planes de futuro. Su idea es retirarse en Vigo y seguir ligado al club.

Iago Aspas durante su entrevista con As.
Salvador SASDiario AS

Pidió el cambio en Huesca tras fabricar el tercer gol. ¿Qué le pasó?

Estaba con cansancio. Después de tres meses parado, jugar dos partidos seguidos en menos de cuatro días es una fatiga. Ahora estoy intentando recuperarme para estar disponible el domingo.

¿Es consciente de que cada vez que hace el más mínimo gesto de dolor el celtismo se echa a temblar?

Y también mi familia, que cada vez que acaban los partidos me preguntan cómo estoy. Es normal sentir alguna molestia después de estar tanto tiempo parado. Cuando estás en pretemporada vas acumulando ritmo poco a poco, pero ahora no hay tiempo y jugué casi dos partidos completos en cuatro días. Al final eso se nota.

El pasado sábado contra el Villarreal protagonizó una de las imágenes de la temporada, llorando en el banquillo tras liderar una remontada épica en su reaparición. ¿Por qué tuvo esa reacción?

Pues por todo un poco. Lloré de rabia, de ilusión, de sentimiento... Fue un cúmulo de circunstancias después de sacar el partido adelante en una situación muy difícil.

¿Se le vino algo a la cabeza en ese momento que le hiciera saltar las lágrimas?

No lo sé, me vinieron de repente. También influyó el aliento de la gente y llevar tanto tiempo parado.

¿Su hijo le preguntó porqué lloraba?

Sí. Al acabar los partidos siempre salimos por el césped para ir a buscar el coche y cuando pasábamos por el banquillo me dijo: 'papi, ¿por qué llorabas aquí?' Yo le dije que fue por una herida. Cuando sea mayor ya se lo explicaré, aunque él seguro que se irá dando cuenta de lo que es el Celta con el paso de los años.

¿Cuándo había llorado antes por última vez?

Pues en el nacimiento de mi hija, en octubre, aunque no lloré tanto como esta vez.

¿Tan mal lo pasó durante esos tres meses lesionado?

La verdad es que sí. A mí me gusta mucho el fútbol y no me gustaba ver a los compañeros pasarlo mal en el campo. Yo sufría mucho en casa con mi familia. Fueron momentos muy difíciles para mí. Estos tres meses fueron lo peor de mi carrera. Nunca había estado lesionado tanto tiempo, lo máximo habían sido cinco semanas en el Liverpool. Estas semanas sin jugar se me hicieron eternas.

¿Cuál es el peor día que recuerda en este tiempo?

Sin duda, el día después del partido contra el Levante, cuando me comunican la recaída de la lesión. Pasé un día muy malo. Fue duro cuando me lo comunicaron aquí y después cuando tuve que comunicárselo a mi novia al llegar a casa. Realmente, fue un día muy difícil para todos.

¿Fue su novia Jennifer la que más sufrió su frustración durante estos meses?

Hombre claro, ella también sufrió mucho conmigo, aunque por suerte tenemos a dos niños que son la alegría de la casa y me ayudaron mucho en el día a día para evadirme del fútbol.

Supongo que en este tiempo habrá recibido mil mensajes. ¿Cuál le ha emocionado más y cuál no se esperaba?

Emocionar me emocionaron casi todos, tanto de los amigos del fútbol como los amigos de la pandilla. Pero me gusta destacar el que recibí de Iborra después de haberles ganado un partido que tenían resuelto. A pesar de eso, me escribió para decirme que se alegraba de que volviera a disfrutar del fútbol.

¿Cómo lleva el hecho de que le erijan en el salvador del Celta?

Es algo que me llevan diciendo durante mucho tiempo, pero yo lo llevo con la misma naturalidad que siempre, no le doy mucha importancia. Igual sí se la doy cuando me retire, pero no ahora en el día a día, que me gustaría seguir agrandando esos elogios.

Hablando de elogios, Valdano dijo en su día que usted era el Messi de la clase media.

Se lo agradezco, pero compararse a Messi son palabras mayores.

Pues no es el único. Incluso sus compañeros dicen que usted es más importante para el Celta que Messi para el Barça.

Pues esperemos que en el futuro no sea así, porque eso será bueno para el equipo. A mí me gusta llevar la responsabilidad, pero es mejor para todos que no se note mi ausencia cuando falte.

Usted ha tenido mucha presión de la afición, del club, tanto compañeros como directivos, de la Prensa. ¿Cuál ha sido más difícil de llevar?

Pues la verdad es que toda un poco. Es cierto que en el fútbol siempre tienes presión porque trabajas con unos objetivos. Ahora estamos en una situación muy complicada y el cúmulo de todas esas cosas también provocó que me salieran esas lágrimas el día del Villarreal.

El Celta utilizó las imágenes de su debut en Balaídos, cuando evitó el descenso a Segunda B con un doblete ante el Alavés, para su spot de 'A Nosa Reconquista'. ¿Cómo ha cambiado Iago de aquel día a hoy?

Pues mucho. Vas acumulando partidos, experiencia y la edad no es la misma. La madurez mental que he adquirido con el paso de los años es el fruto del éxito de estas últimas temporadas. Todo influye un poco, pero es verdad que el hecho de ser padre me ha cambiado la percepción de la vida. Ahora lo veo todo diferente.

En La Resistencia suelen preguntar a la gente cuánto dinero tiene. Se la voy a cambiar, ¿cuánto dinero ha perdido por jugar en el Celta?

Es fácil decirlo ahora, pero mucho. Volví al Celta a costa de perder dinero, pero volví muy a gusto y si estoy aquí es porque quiero, aunque haya dejado de ganar mucho dinero.

¿Cuantas ofertas en firme ha recibido en los últimos tres años?

Más de cinco.

¿De equipos grandes?

Y no tan grandes.

¿Y de mucho dinero?

Bastante, sí.

¿El Real Madrid fue uno de ellos?

No llegué a recibir una oferta, pero sí que hubo interés y mis representantes sí tuvieron alguna conversación con el club.

Iago Aspas durante la entrevista con As.
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Iago Aspas durante la entrevista con As.Salvador SAS / Diario As

¿Usted es el ejemplo de que no hace falta jugar en un grande para ser un grande?

Hay muchos jugadores a lo largo de la historia que les ha pasado eso. A mí siempre me recuerdan el caso de Le Tissier, que vivió una situación parecida a la mía en el Southampton. A mí me gustaría ser leyenda aquí.

¿Cómo está su renovación?

Pues ahora está parada. Estuvimos hablando antes de Navidad, pero con la lesión y la situación del equipo ahora no es el momento idóneo para hablar de eso.

He leído a gente que usted se merece que le den un cheque en blanco.

Pues que se lo digan al club (risas).

Acaba contrato en 2022. ¿Para cuándo se plantea la retirada?

Pues todavía no me la he planteado, me gustaría seguir disfrutando muchos años más al fútbol. Seguiré hasta que no pueda más o hasta que no me vea bien. Lo que sí tengo claro es que me gustaría retirarme en el Celta, siempre lo he pensado. De momento tengo cuatro años de contrato y hemos hablado para una renovación de ese contrato, que no sé si se va a dar o no. Ya lo veremos.

¿Y después será director deportivo?

Es algo que siempre me ha gustado, pero tampoco descarto ser entrenador algún día. Recién salido del día a día como futbolista no sabría decirte si me gustaría volver a meterme como entrenador o bien dedicarme a la dirección deportiva viendo fútbol, que es algo que me encanta.

¿Cuántos partidos ve cada fin de semana?

Pues veo fácil ocho o diez. Por suerte en casa no me echan la bronca, que ya son muchos años con mi novia (risas).

También hay quien pide un monumento o que le pongan su nombre al estadio. De momento, ya va a tener un estadio en Moaña.

Sí, estoy muy orgulloso de que le pongan mi nombre al estadio de mi pueblo. Me siento muy halagado porque me reconozcan de esa manera.

En caso de descenso, ¿se plantea jugar con el Celta en Segunda?

La palabra descenso es muy fastidiada de escuchar. A día de hoy no la contemplo, pero cuando llegue el momento ya lo veremos.

¿Cómo ve la permanencia?

Quedan ocho partidos muy difíciles, pero espero que podamos sacarlos adelante. Creo que con tres o cuatro victorias más algún empate que podamos rascar pienso que se podrá lograr. Yo pienso que la salvación estará en torno a los cuarenta puntos, ahí pongo yo la barrera.

¿La clave pasa por los partidos de casa?

Balaídos va a ser muy clave. Ya lo demostramos contra el Villarreal y también lo demostró el Huesca contra nosotros. Jugar delante de tu afición influye muchísimo.

Al hilo de eso, dijo usted al acabar el partido contra el Villarreal que no se merecían la afición que tenían.

Sí, porque era lo que sentía en ese momento. Después del recibimiento que tuvimos, estando a cuatro puntos de la permanencia y perdiendo 0-2 al descanso nos seguían animando e intentando dar ese plus que al final se vio recompensado con la victoria.

¿Entre sus objetivos esta temporada también están conquistar por tercer año consecutivo el trofeo de máximo goleador nacional y volver a la Selección?

Sí. Ahora estoy muy centrado en la permanencia y llevaba tres meses parado como para ponerme a pensar en eso, pero después de marcar tres goles en dos partidos ya estoy luchando otra vez por ser el máximo goleador nacional. Espero volver a conseguirlo y, por supuesto, también regresar a la Selección en mayo.

¿Le favorece más el nuevo estilo de España?

Me conviene porque el cuerpo técnico, salvo Luis Enrique, es el mismo que tenía el año pasado en el Celta y me gustaban mucho los conceptos que tenían, aunque el estilo no es exactamente el mismo porque también hay jugadores diferentes y la calidad se nota.

Al margen de lo futbolístico, también va a tener un verano intenso, que por fin se va a casar usted. ¿Le da más quebraderos de cabeza la boda o la permanencia?

Yo me centro en el fútbol, esos temas los lleva mi novia Jennifer, que yo no doy para todo. Quiero centrarme exclusivamente en el fútbol y luego cuando acabe ya tendré tiempo para centrarme en eso. Lo que está claro es que la boda perfecta sería con el Celta en Primera.

¿Se atreve con una promesa si logran la salvación?

Ya me voy a casar, que yo no quería (risas). Mejor promesa que esa no hay.