"Cuando juego y toco el balón, se me pone cara de niño"

Es el jugador de moda y más después de transformar el penalti en Eibar y abrir el camino de la victoria; Daniele Verde va camino de convertirse en un vallisoletano más a poco que se descuide, al menos eso reflejan sus palabras y sus actos. En la Tertulia de SER y AS en Mesón Casa Pedro (Herrera de Duero), el italiano empezó por reflejar las ganas del equipo en volver a la competición: “Queremos que llegue el domingo para jugar ante nuestro público otro partido importante” y era inevitable recordarle el mencionado penalti en Ipurua: “Estoy encantado con ese gol, pero queda poco y lo que queremos es sumar más puntos importantes para salvarnos”.

Apenas seis meses después de llegar, Verde ya se defiende en castellano: “He tomado clases de español y además escucho la radio, la tele y la música en castellano e incluso le hablo a mi mujer para que ella aprenda también. Intento aprender rápido y estoy orgullosos de mis progresos”. Lo que tiene claro el italiano es su pasión por LaLiga: “Siempre me ha gustado España por su fútbol, por como se juega, Barça, Real Madrid... me gusta como tocan el balón los jugadores importantes”. Uno de esos jugadores que le gustan y en los que se ha fijado desde niño es Cristiano Ronaldo: “Me gusta como la pega, pero es difícil hacer lo que él hace. Yo empecé a fijarme en Pjanic y como le pegaba al balón después de cada entrenamiento. Para mí desde pequeño el jugador más importante fue Maradona y más siendo de Nápoles. Otro de mis ídolos es Messi y cuando jugué contra él fue una emoción increíble”.

Muy acomodado en la ciudad y en el equipo, siempre ha dicho que se quiere quedar “y lo repito. Es una temporada que nunca olvidaré. Quiero quedarme y ojalá sea en Primera”.

Verde asume su rol y no duda a pesar de sus pocos minutos: “Para mí sólo existe la pelota. Cuando juego y toco el balón, se me pone la cara de un niño; no pienso en nada más. Yo no me pongo nervioso en el campo porque quiero divertirme. Estamos muy unidos y sé que tengo que trabajar para mejorar y tener más minutos. No soy perfecto y además somos muchos en el equipo y no es importante si juego yo o no”.

Volviendo al penalti, Verde confiesa que no tuvo nervios: “Pensé en tirarlo como sé, aunque sentía la responsabilidad. Todos los compañeros me apoyaron”. Daniele Verde se ríe al recordar que la ‘paradiña’ paró los corazones de los aficionados “¡y el mío se paró también! Todos teníamos miedo, yo también; eran cinco fallados...”. Otra cuestión que emociona al italiano es el cariño de la gente en Valladolid que corea su nombre al saltar al césped: “Nunca me pasó esto y cuando escucho a los aficionados, me emociono y lo único que quiero es que se diviertan”.

Otro de los puntos álgidos fue el gol ante el Espanyol de falta directa en el último minuto: “Intento hacer cosas de estas, jugar con el balón en los pies y hacer que se diviertan y tengan ganas de venir al estadio a vernos”. Aunque no lo parezca por su extraordinario golpeo, no ha marcado muchos goles como ese o como los de Mallorca en Copa: “Como esos no”.

Con 13 años salió de Nápoles para incorporarse a la cantera de la Roma, equipo en el que llegó a debutar y jugar 15 partidos en la máxima categoría, aunque luego tuvo que buscar cesiones hasta llegar al Valladolid: “Empecé a jugar en el equipo de mi pueblo y en la calle hasta que vino Bruno Conti a buscarme. Coincidir con Toti fue un sueño. Me hubiera gustado jugar en la Roma, pero tenía que abrirme camino”.

Un tatuaje de Primera

Verde tiene muchos tatuajes, pero curiosamente sólo en lado izquierdo de su cuerpo; antes de jugar en el Camp Nou, el italiano prometió en una entrevista concedida a AS hacerse un tatuaje más si lograba marcar allí, cosa que no ocurrió, así que esta vez prometió tatuarse la fecha del partido en el que se consiga la permanencia; la magia de la radio propició que de forma inmediata un oyente especialista en tatuajes se ofreciera a hacérselo de forma gratuita.