Así juega la selección noruega
Rival de segundo orden, pero crecido con Lagerbäck. Mezcla el juego de posesión con envíos más directos desde atrás.
La evolución. Con el mandato inexcusable de no fallar, España inicia el camino hacia la Eurocopa 2020 ante una Noruega regenerada. Se trata de una selección metódica, con algunos futbolistas interesantes y muy potente en las jugadas ensayadas. Aunque sus referencias más cercanas proceden de compromisos ante oponentes de un perfil medio-bajo, como lo fueron Bulgaria, Eslovenia y Chipre en la Liga de las Naciones, es evidente su escalada competitiva, atribuida al experimentado Lars Lagerbäck, antes en los banquillos de Suecia, Nigeria o Islandia. Con el 4-4-2 como sistema base, el seleccionador de origen sueco ha hecho de Noruega un equipo cuyo equilibrio defensivo es su principal virtud.
Buena organización. Noruega se administra con un bloque de presión medio, líneas unidas y jugadores siempre cercanos a la ayuda. El cuadrado que forman los centrales (Nordtveit y Rosted) y los pivotes (Henriksen y Selnaes) apuntala la estructura. Con su jerarquía táctica le sobró en los seis partidos de la Liga de las Naciones (sólo dos goles encajados y cuatro remates recibidos de media). Pese a esta solidez general, se apreciaron algunas grietas en Noruega. Nunca cerró del todo su banda izquierda, ni con Melling, hoy baja por lesión, ni con Aleesami en el lateral. Casi el 50% de los ataques adversarios acontecieron por este lado. El menor de los Elyounoussi, Mohamed, sobresale para mal por su pereza en las coberturas. Además, Nordtveit y Rosted son zagueros hábiles en la colocación y juego aéreo, pero muy rígidos en los unos contra uno. Lagerbäck podría hacer retroceder la posición de su equipo frente a España para reforzar a sus centrales.
Dos vías. Con el balón controlado, recurre al juego vertical, expresión que no implica el abuso del pelotazo, estilo primario asociado a Noruega tradicionalmente en el imaginario colectivo del aficionado al fútbol. Sí es habitual la salida en largo de Nordtveit (15 pases por choque), con un buen golpeo, hacia los delanteros, sobre todo si están Johnsen o Sørloth, dos tallos de 1,95 metros. King, bigoleador con el Bournemouth en la última jornada de Premier, y Kamara entienden mejor los movimientos al espacio. Sin embargo, esta Noruega tiene más registros. Aunque contra España debería ser otra cosa, ante Bulgaria, Eslovenia y Chipre asumió la iniciativa (57% de posesión, 102 acciones ofensivas y 13 disparos de media). En esta propuesta destaca el criterio de Selnaes. La titularidad de Johansen y Mohamed Elyounoussi, que actúan a pierna cambiada en cada costado, impulsa el juego interior. Lagerbäck valora incluir a Odegaard en la derecha, la misma ubicación en la que luce en el Vitesse, pero el esfuerzo de Johansen se ha impuesto hasta ahora. A España le ocupará detener el balón parado de Noruega. Desde casi cualquier lugar del campo buscan zonas de finalización como acreditan las casi 20 acciones de estrategia que ejecutan por partido. Selnaes, jugador zurdo, es el lanzador mayoritario, reemplazado a veces por la diestra del menor de los Elyounoussi. La fortaleza de Noruega contrasta con la endeblez de España. A los de Luis Enrique les rematan en dos de cada cuatro jugadas ensayadas en contra y ya ha sufrido goles de esta forma ante Gales y Croacia. Esta no es una cuestión intrascendente.