El primer Clásico del mejor Dembélé
Desde que llegó al Barça sólo ha jugado 16 minutos en los Clásicos e hizo ruido. Jugó con el Dortmund en Madrid en 2016 (2-2). Ha recuperado buenas sensaciones tras la lesión.
Desde que llegó al Barça, Ousmane Dembélé estaba peleado con los Clásicos. Los dos primeros, de la Supercopa de 2017, se los perdió porque su fichaje se estaba cerrando. Luego llegó aquella lesión gravísima en Getafe que le impidió jugar en el Bernabéu (0-3) en diciembre. Y aunque Valverde empezó a meterlo en la dinámica del equipo en el último tramo de la temporada pasada, también prescindió de él en el último Barça-Madrid del curso en el Camp Nou (2-2) el día de la celebración de un nuevo alirón culé.
Su primer contacto con un Barça-Madrid fue en la manita del mes de octubre. Pese a que no estaba Messi, lesionado, Dembélé todavía no había roto a jugar y estaba en medio de polémicas sobre sus retrasos en los entrenamientos y con su futuro, ahora parece increíble, discutido. Pese a jugar sólo 16 minutos, tuvo impacto. Dio la asistencia del 5-1 a Vidal pero sobre todo estiró mucho al equipo con sus conducciones y le dio llegada en el último cuarto de hora del partido.
Da la sensación de que, al fin, ha llegado la hora de Dembélé en el Clásico. Lesionado contra el Leganés hace algunas semanas, se perdió la ida de las semifinales y el Barça lo echó de menos. Después de reaparecer en Bilbao e ir cogiendo ritmo ante Valladolid y Olympique, contra el Sevilla volvió a parecer ese jugador amenazante, con recorrido y gran desequilibrio. Y, sobre todo, imprevisible. Como dijo con tino en una ocasión Valverde: "Si ni nosotros sabemos muchas veces qué va a hacer, cómo lo va a saber el contrario".
Dembélé, 13 goles y 6 asistencias en 1.987 minutos esta temporada, ha hecho goles decisivos fuera de casa. A Valladolid (0-1), Real Sociedad (1-2), Rayo (2-3), Atlético (1-1). Ha ganado status en el Barça y aunque en ocasiones su fútbol es difícil de descifrar para Messi, que no entiende alguno de sus comportamientos, da más que quita ahora mismo al Barça.
Dembélé, pues, se presenta en sociedad en el Bernabéu con el Barça, pero él ya conoce el recinto. En diciembre de 2016 pisó el césped con el Borussia Dortmund. Aquel día no perdió. De hecho, aquel 2-2 que arrancó le serviría al Barcelona para estar en su sexta final consecutiva. Aquella noche le dio mala vida a Marcelo porque es un jugador terrorífico a campo abierto y nadie puede decir que, más allá de Messi, es el jugador que estos días más inquieta por el Bernabéu.