Riazor pasa de ser un fortín a un problema para el Deportivo
El Deportivo sólo cedió dos empates en los primeros nueve partidos en Riazor y en los últimos cuatro suma tres. De haber ganado al Nàstic sería líder.
El Depor se dejó el sábado en Riazor dos valiosos puntos ante el Nàstic (1-1) que lo hubieran situado como líder. El resultado ante el colista fue un jarro de agua fría que confirma que los coruñeses tienen una vía de agua en su estadio, que hasta hace muy poco era toda una garantía. Y es que de los últimos cuatro partidos los de Natxo sólo han ganado uno (Albacete) y han cedido tres empates (Lugo, Tenerife y Nàstic). En total, han volado seis puntos que dejarían al Deportivo como líder destacado. La fuga resulta muy llamativa, ya que hasta el inicio de 2019 Riazor era un fortín en el que los blanquiazules sólo habían cedido dos empates (cuatro puntos) en nueve encuentros.
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La mala racha en casa llega justo cuando el Deportivo había logrado poner punto y final a sus problemas a domicilio. Después de cuatro meses sin vencer fuera de casa, los de Natxo enlazaron dos triunfos consecutivos en sus visitas a Sporting (1-2) y Granada (0-1). Una gran mejoría, pero que se ha quedado sin el premio esperado en la clasificación por los patinazos en casa.
Las dudas como local llegan en un tramo del calendario en el que Riazor será el gran protagonista. Este fin de semana los blanquiazules visitarán al Málaga y luego disputarán tres partidos consecutivos en su estadio: Alcorcón, Las Palmas y Almería. Tras recibir a los canarios tocaba Reus, pero no se jugará y los coruñeses sumarán los tres puntos por la expulsión de los catalanes.
