Tablas en un partidazo
El Zaragoza y el líder Albacete disputaron un duelo trepidante y de poder a poder al que sólo le faltaron los goles. Ambos son los dos equipos más en forma.
Partido grande en La Romareda, de los que apenas se ven en Segunda División, y reparto de puntos entre el Real Zaragoza y el Albacete, un líder sólido y valiente que va muy en serio en su aspiración de conseguir el ascenso directo. Sólo faltaron los goles, pero hubo fútbol y esfuerzo a toneladas. Un partidazo que confirmó que ahora mismo, aunque les separen muchos puntos en la clasificación, el Zaragoza y el Albacete son los dos equipos más en forma de la categoría.
La primera parte, un ida y vuelta continuo, se jugó a un ritmo vertiginoso, sin especulaciones de ningún tipo, con los dos equipos derrochando alegría, energía y ambición. Y, claro, aunque el Zaragoza llevó casi siempre la iniciativa, las ocasiones se sucedieron en las dos porterías.
El equipo aragonés, organizado esta vez en 4-2-3-1, tuvo una salida fulgurante y disfrutó pronto de una gran oportunidad, pero ya es conocido que el acierto no es una de sus virtudes. James Igbekeme, un portento que tiene encandilada a La Romareda, sirvió un pase maravilloso en profundidad a Álvaro Vázquez, pero el ‘9’ no acertó a definir con su vaselina ante Tomeu Nadal, que aguantó el mano a mano sin vencerse acreditando su categoría.
El Albacete pasó en este periodo inicial por momentos de zozobra, pero se rehizo en cuanto apareció Zozulya, un delantero diferencial en la categoría. Zozulya encarnó la respuesta del líder, especialmente a balón parado, y obligó a Cristian Álvarez a sacar un par de manos providenciales.
Atacó más el Zaragoza, con el viejo estilo de siempre de Víctor Fernández, pero su percusión constante por las alas no tuvo premio en el área. Mucho disparo, pero ningún gol en una primera parte jugada de poder a poder y con un enorme desgaste físico.
El Zaragoza continuó pisando el acelerador tras el descanso, buscando el gol que desequilibrara el partido, pero le faltó precisión final ante un rival ordenadísimo para rentabilizar su ofensiva continuada.
A veinte minutos del final, y cuando el cansancio ya empezada a aparecer, Víctor dio entrada a Javi Ros por un Pombo que no acaba de encontrar su mejor versión, y seguidamente relevó a Aguirre, la gran sorpresa de su alineación, por el cazagoles Linares. Una maniobra doble a la que respondió Ramis con el cambio de Rey Manaj por Álvaro Peña, jugándose también el todo por el todo con tres atacantes puros.
El duelo fue perdiendo ritmo, pero no decayó su emoción. Y el Zaragoza siguió percutiendo en busca la victoria. La tuvo Eguaras en minuto 81, tras una gran acción de Delmás, sustituto del lesionado Benito, pero Tomeu Nadal salvó el gol con la punta de los dedos, haciéndose de nuevo protagonista. Y es que el Albacete, como el Zaragoza, empieza por un gran portero.