El Espanyol remonta el vuelo por partida doble
No solo ganó el Espanyol cuando más lo necesitaba, sino que consiguió Rubi su primer triunfo en un partido que había comenzado perdiendo. Hasta ahora, la tendencia era al revés.
Han pasado ya cuatro días, pero lo retienen los pericos como sucede con los momentos felices. Estallaba en emoción Cornellà en el minuto 95 del Espanyol-Rayo Vallecano, cuando Sergi Darder materializaba un golazo (éste, a diferencia de los dos anteriores, no anulado por el VAR) para certificar el triunfo de la necesidad. Un 2-1 que aleja a los blanquiazules de una zona de descenso que merodeaban ya demasiado y que corta de raíz una desastrosa racha de resultados: cuatro puntos en las 11 jornadas anteriores.
Remonta el vuelo el Espanyol, y además lo hace literalmente, pues ante el Rayo obró una remontada que no se había visto con Joan Francesc Ferrer 'Rubi' como entrenador, y que también venía escaseando en las últimas temporadas. Un síntoma acaso de las mediocres puntuaciones del equipo, el hecho de no saber ganar casi nunca cuando empieza perdiendo un partido. Lo hizo contra los rayistas, pero llevaba sin conseguirlo hasta 38 partidos oficiales, entre Liga y Copa del Rey, desde el 11 de marzo de 2018, en un Espanyol-Real Sociedad que siguió el mismo guion: del 0-1 al 2-1 final. Hacía 11 meses.
La importancia de una remontada se puede comprobar en el siguiente dato. Con Rubi, y hasta las dos últimas jornadas, había comenzado por detrás en el marcador hasta diez partidos, de los cuales nueve acabaron en derrota y solo uno (precisamente contra el Rayo, en la primera vuelta) derivó en un empate. Una barbaridad de ocasiones perdidas y una preocupante señal anímica.
No en vano, hasta ahora había sido el Espanyol el que se dejaba remontar (o al menos, igualar) encuentros que empezaba ganando: 1-1 ante el Celta en la primera jornada, el 2-1 del Alavés, 1-1 en Valladolid, 2-1 en Sevilla, 1-3 frente al Betis en Liga y Copa, 2-2 del Villarreal copero y el 1-1 con los verdiblancos en la ida de cuartos. Precisamente en la penúltima jornada, con el 2-0 de los 'groguets' que terminó en 2-2, se empezó a vislumbrar la capacidad de reacción perica.
Ahora el reto es trasladar ese impulso cuando las cosas van mal a domicilio. Y es mayúsculo, puesto que el Espanyol no logra una remontada lejos de Cornellà desde hace la friolera de tres años, el 17 de febrero de 2016, en El Molinón (2-4). Y con Constantin Galca en el banquillo. Vivir para ver.
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