Luis Rubiales, relator en la bronca Infantino-Ceferin

Luis Rubiales desempeñará un papel clave en la recuperación de las relaciones entre la FIFA y la UEFA, casi rotas por el empeño de Infantino de crear el Mundial de Clubes de 24 equipos y el Campeonato de Selecciones con una final four, lo que Ceferin ve como dos torpedos contra la línea de flotación de los dos buques insignias de su organización: la Champions y la Liga de Naciones. Rubiales es el mediador perfecto para el conflicto, ya que sus relaciones con los presidentes de FIFA y UEFA son magníficas. Esta labor puede suponer para el presidente de la Federación (RFEF) su consagración en la alta política del fútbol y para la RFEF, el reconocimiento y la fuerza que nunca tuvo y siempre mereció.

Rubiales ha conseguido en apenas nueve meses de mandato ganarse la confianza de los popes del fútbol. El jueves fue elegido en Roma miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA con el voto de 47 países. "España está en la excelencia del fútbol y queremos seguir trabajando con humildad para lograr la excelencia en nuestra Federación y en la UEFA. Europa quiere seguir siendo líder del fútbol mundial y yo estoy orgulloso de ser parte de este proyecto", dijo Rubiales tras su elección.

Durante los últimos treinta años, la RFEF estuvo en los órganos de gobierno de FIFA y UEFA. Pero pese a que Villar ostentó la vicepresidencia en ambas organizaciones durante esas tres décadas, España no fue agraciada con la organización de una Eurocopa ni un Mundial. En menos de un año, Rubiales ha conseguido convencer a Infantino para que apoye la candidatura íbero-marroquí para la Copa del Mundo de 2030, un proyecto al que sin embargo se opone frontalmente Ceferin, que prefiere apoyar la oferta de Gran Bretaña. Pero el presidente de la UEFA puede cambiar de opinión. Porque Rubiales es el mejor mediador que tiene ante la FIFA.