La superación de Vallejo: apura para acortar los plazos

Jesús Vallejo sufrió un duro revés el pasado 14 de enero. Quizá uno de los más duros de su carrera. El futbolista, aunque ha jugado muy poco este curso, tenía muy buenas sensaciones. En los entrenamientos se encontraba en su mejor momento desde que llegó al Madrid y tenía mucha ambición por demostrarlo sobre el césped. Su oportunidad iba a llegar dos días más tarde, ante el Leganés en Butarque. Iba a ser titular en la vuelta de octavos de la Copa del Rey. Pero en el entrenamiento sintió un pinchazo. Se lanzó al suelo y abandonó el campo entre lágrimas.

Esas lágrimas fueron una mezcla de preocupación e impotencia. El dolor fue muy fuerte y se temió lo peor. Sin embargo, con el paso de las horas la situación cambió, el dolor disminuyó y Vallejo comenzó a pensar que la lesión no era tan grave como parecía. El vestuario se volcó con ‘Suli’ (así le llaman dentro de la caseta) y las pruebas médicas confirmaron las sensaciones del central. El parte médico oficial fue “lesión de grado II en el bíceps femoral”. La rotura fue de grado II, pero en su grado mínimo. El tiempo de baja estimado animó aún más al aragonés: de tres a cuatro semanas.

Han pasado sólo dos semanas desde aquello y el afán de superación de Jesús ha logrado que, en principio, se cumplan los mejores pronósticos: tres semanas. De hecho, a finales de esta semana o principios de la siguiente podría ya volver con el grupo si las sensaciones son buenas. El jugador, lejos de hundirse, se ha mentalizado para poner punto y final a su mala suerte con las lesiones. Es consciente de que tiene meses por delante para reivindicarse. Además, la temporada le reserva un premio en verano: el Europeo Sub-21. Es el capitán de La Rojita y Luis de la Fuente, el seleccionador, está en permanente contacto con él para transmitirle calma. Tanto en la Selección como en el Madrid confían en que después de este contratiempo se vuelva a ver la mejor versión de Vallejo.