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Sin remates a puerta por primera vez en la era Rubi

El Espanyol, que jugó su peor partido del curso en Ipurua, apenas inquietó al Eibar y no pasó de su campo. Jordán acertó los mismos pases en campo rival que todo el Espanyol.

Sin remates a puerta por primera vez en la era Rubi
Javier EtxezarretaEFE

El Espanyol que jugó en Ipurua fue el peor de la temporada y, además, el más inofensivo. Por primera vez en los 24 encuentros que lleva Rubi, su equipo no logró rematar entre los tres palos, un dato que refleja los problemas por los que pasaron los jugadores el lunes, desbordados en defensa y sin capacidad para llegar con claridad a la portería contraria. El bagaje ofensivo del equipo se resume en cuatro remates lejos de la meta, el más claro el de Leo Baptistao en el minuto 17. El resto, remates desde fuera del área y desviados de Esteban Granero, Víctor Sánchez y Javi Puado.

De las muchas virtudes que ha demostrado el Espanyol de la primera parte del campeonato, la capacidad para generar ocasiones era una de ellas. Algo carentes de gol, el conjunto de Rubi fue capaz de acabar los partidos con hasta 19 remates (como ante el Valencia) o diez en estadios como el Bernabéu. En Ipurua solamente contabilizó los cuatro citados anteriormente y dos intentos más que finalmente fueron rechazados por los defensores armeros.

Lo que ocurre en las áreas suele ser un reflejo del equilibrio del equipo en el partido y de lo que sucede en el resto del verde. Desaparecido el mediocampo del Espanyol ante el Eibar, superado por expericos como Joan Jordán o Pape Diop, los locales remataron hasta 16 veces, nueve de ellos entre los tres palos de Diego López, quien logró detener seis lanzamientos y recibió tres goles. Hay otro dato más escalofriante. Joan Jordán, capitán general en Eibar, acertó 40 pases en campo rival en todo el encuentro: el Espanyol acertó 41, sumándole el que acertó Pablo Piatti, único suplente que logró tocar un balón certero en campo rival. Arrinconado, el Espanyol no vio la luz en ningún momento.

La escasez de oportunidades y de puntería ha ido agravándose con el paso de las jornadas. La semana anterior ante la Real Sociedad, los blanquiazules lanzaron dos veces entre los tres palos y anotaron dos goles: hasta ocho remates se fueron alejados. Y, la semana anterior ante el Leganés, solo Borja Iglesias lanzó y marcó, pues el resto de finalizaciones se fueron desviadas. Otro síntoma de que el equipo perico ha ido perdiendo también tino en ataque, donde pocos jugadores al margen de El Panda o por medio del balón parado son capaces de marcar goles.