Andriy Lunin seguirá en el Leganés lo que resta de temporada. Es el mensaje recurrente que emerge de Butarque cada vez que se sondea de forma pública o privada el posible retorno del arquero ucraniano cedido por el Real Madrid. Ni la segura salida de Kiko Casilla para reforzar al Leeds United ha cambiado el discurso blanquiazul. "Más allá de las habituales llamadas para saber de su progresión, no hemos tenido noticias del Real Madrid", insistió ayer Txema Indias,director deportivo del Lega, durante la presentación de Kravets, el último fichaje del club madrileño.
El contrato de cesión de Luninno incluye la posibilidad de rescate a mitad de temporada. No hay mecanismo legal que pueda forzar a los pepineros a cancelar el préstamo. Además, el futbolista, de 19 años, dice ser feliz al sur de la capital pese a haber jugado apenas tres partidos y cuatro minutos de un cuarto en el que suplió por lesión a Cuéllar. En el vestuario está muy integrado. Un vínculo especial que refuerza su buen rollo con Joseba Ituarte, preparador de porteros y una de las claves por las que Lunin no quiere irse. Sólo habría opción mínima de salida si el Leganés fichase un tercer portero en el mercado invernal, posibilidad que ya sondea por la reciente marcha de Serantes a Japón.