Se cumplen 242 días desde que el Valencia celebrara su vuelta a la Champions y 168 de la renovación de Marcelinohasta 2020. Todo queda cerca y sin embargo tan lejos, al igual que lo está Singapur de Mestalla. Por más que Mateu Alemany hiciera el jueves un esfuerzo dialéctico y de coherencia para reforzar la figura de Marcelino, al asturiano no le queda más respaldo a ojos de Lim que los resultados. Su futuro blanquinegro está a merced de ellos y el Valladolid de Sergiono es precisamente un buen invitado. Solo Barcelona (20) y Real Sociedad (16) han sumado más puntos a domicilio que los pucelanos (13). Y todo ello sucederá bajo la atenta mirada de Munuera Montero, que estará a los mandos del VAR una semana después de no haberlo usado en la caída de Vinicius ante Rulli.
Marcelino se rodeará de su gente de antaño para resurgir cual Ave Fenix. De los llegados este verano sólo actuarán de inicio Piccini y Cheryshev, aunque éste es uno más de la familia García Toral. El asturiano confiará su suerte en los Garay, Gayà, Parejo, Soler, Rodrigo y Mina, futbolistas a los que lleva año y medio haciéndoles subir a la báscula pero a los que bajo su manto protector pasaron de ser 12º a la Champions. Hoy juegan ellos y también Mestalla, cuyo talante condiciona a los suyos tanto para bien cocomo para mal.
El Valladolid, como el Valencia, necesita la victoria para alejarse del peligro. Los pucelanos, como los che, tienen un problema de definición. De hecho se enfrentan los dos equipos que menos goles suman de Primera (16). Pero Sergio y sus jugadores tienen bastante menos presión que Marcelino y compañía. El catalán sólo tiene la duda del lateral derecho, Moyano o Antoñito.