Otra alerta en el Barça: falta un suplente para Luis Suárez
El experimento con Dembélé, sin el instinto matador de un delantero centro, no funcionó. Sin Munir ya en el equipo, el club se verá obligado a acudir al mercado.
Entre las muchas enseñanzas que la derrota de Valencia dejó al cuerpo técnico y al staff del Barça, también está la del nueve. Sin Suárez, de descanso, y sin Munir, que no jugará más con el club azulgrana, Valverde tenía que inventar algo y fue Ousmane Dembélé. Aunque estuvo cerca del gol en dos o tres galopadas que se fabricó fruto de su terrible potencia, el francés demostró que no es un jugador de área. Carece de ese instinto matador y no le gusta estar metido entre los centrales. Lo suyo es ver de cara la portería rival y lanzarse a por ella.
Quedó claro que si quiere sobrevivir hasta final de temporada y, sobre todo, tener cubierta una posible eventualidad con Suárez, Eric Abidal y Ramon Planes tienen que ponerse manos a la obra para fichar un delantero. Sólo Messi, por su tremendo ingenio y también por el conocimiento del juego del Barça, podría cubrir esa posición de nueve desde donde vio el fútbol durante bastantes años.
El Barça, pues, está obligado a lanzarse al mercado. Aunque también lo hará con dudas sobre si atacar una fuerte inversión o buscar una ganga de mercado que juegue seis meses cedido como ha sucedido en el caso del central con Jeison Murillo. El 'calciomercato' se ha activado y rumores hay de todo tipo. Desde el ofrecimiento de Morata, a quien sus agentes andan subastando por media Europa, hasta Maxi Gómez (plaza de extracomunitario, debería salir Malcom), pasando por Rebic y Jovic (ambos en el Eintracht de Frankfurt), Piatek (Genoa), Dolberg (Ajax), Schick (Roma). Nombres que parecen más rocambolescos como Sandro (Real Sociedad) o Gameiro (Valencia) también están en la lista de ofrecimientos en la mesa de un equipo que se ha encontrado con un problema que señala gravemente a la planificación del Barça.