El Madrid sigue donde estaba
Poco más de dos meses después del despido de Lopetegui, Solari tiene al equipo a siete puntos del Barcelona en Liga, la misma distancia que entonces.
Sin un Jim Carrey [alerta, spoiler] que le enseñe la escapatoria, al Real Madrid se le ha convertido la Liga en El show de Truman: se siente encerrado, nota que algo va mal, trata de corregirlo y se ilusiona con llegar a una realidad diferente, pero al final es siempre lo mismo. En el despido de Lopetegui, el Barcelona le quedaba a siete puntos, idéntica brecha que en este recién inaugurado 2019.
Sesenta y siete días después de aquel cese, la Liga le sigue siendo al Madrid lo que la Champions al resto de equipos. Han pasado 14 partidos entre todas las competiciones, los mismos que dirigió Lopetegui, y Solari ha cubierto el expediente en Copa, Champions y Mundial de Clubes, pero ha tropezado en la misma piedra en la que lo hicieron Julen o Zidane antes. Algo ha mejorado, aunque no lo suficiente porque la herencia de cuatro derrotas y dos empates de Lopetegui no permitía ni un ridículo en Ipurua ni un tropiezo en La Cerámica.
En todos los torneos, por los seis triunfos, dos empates y seis derrotas de su antecesor, Solari ha registrado 11 victorias, un empate y dos derrotas. El argentino ha avanzado, pero no con la firmeza que requiere la situación, algo que tiene al equipo en Liga donde lo dejó Lopetegui. Y no es por falta de pruebas o decisiones: ha elegido a Courtois sobre Keylor, ha recuperado a Odriozola y Reguilón, ha arropado algo más a Vinicius, ha castigado la desgana de Isco y Asensio, ha premiado al trabajador Lucas...
Y, con todo, la sensación que deja su Madrid es que a menudo vence por un cúmulo de casualidades, porque lo que antes iba dentro de su portería ahora lo para el portero o da en el palo y porque lo que antes iba fuera de la del rival ahora da en un contrario y se mete. Y con eso no se gana una Liga.
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