Las carreras de camellos son el deporte de los jeques
La familia real tiene un establo personal con 14.000 camellos y 9.000 trabajadores que los mantienen.
Es, sencillamente, un espectáculo. Con seguridad, el evento que mueve más dinero en premios en los Emiratos, si bien las apuestas están prohibidas. Son las carreras de camellos. Hay una temporada regular y dos sesiones el día de las carreras. La de las 7:30 de la mañana, en la que participan los animales de los jeques, y las de las 14:30, estas para cualquiera que quiera inscribirse. Los animales ganadores de este segundo turno terminan subastándose por cantidades astronómicas de dinero. El Sheik Zayed respalda esta práctica hasta tal punto que financia a todo aquel que se interese por el cuidado de estos animales que están en el origen de la tradición del país. La familia real tiene un establo personal con 14.000 camellos y 9.000 trabajadores que los mantienen.
Hay un total de 15 pistas en Emiratos. Todas con unas infraestructuras impresionantes. Se encuentran a las afueras de la ciudad, como el hipódromo de Al Wathba, el más importante… Las carreras pueden ser de 4 a 10 kilómetros y llegan a participar hasta 70 camellos. El despliegue físico de los animales sobre la arena es portentoso, pueden llegar a alcanzar los 65 kilómetros por hora en su sprint final. En realidad, son robots de aluminio ultraligero los que dirigen sus pasos. Incluso es posible escuchar, desde la grada, el sonido metálico de los latigazos cuando se activan para atizar al animal con la fusta si el dueño detecta que su camello no lleva el ritmo que considera adecuado. Estos robots constan de un pequeño tórax del que salen dos apéndices, uno para manejar la fusta y otro las riendas.
En el exterior de la pista se vive otra carrera. Los dueños de los camellos acompañan a sus animales en una flota de vehículos de gran cilindrada, muchas veces pickup que les permiten estar de pie, en la parte trasera, para tener mejor visibilidad y poder dirigir a los pequeños robots que montan sus animales. Es la versión más modernizada de este deporte en el que los jeques tienen a hombres en varios puntos del recorrido y se comunican con ellos por walkies. La carrera que termina la temporada tiene un premio al ganador de un millón de dírhams (240.000 euros). Los mejores camellos, nos cuentan, se subastan por precios que ronda el medio millón de euros. Alojarlo, alimentarlo y entrenarlo, unos 300 euros al mes por animal. Son frecuentes las cuadras privadas de alrededor de 50 animales. Es una pasión. El deporte de los jeques.
Los robot-jinete sustituyen a los niños maltratados
Los primeros robots jinetes se empezaron a construir en 2003. Ahora no pesan más de 8 kilos. Inicialmente lo propietarios de los camellos usaban niños ligeros de 6 o 7 años como jinetes, importándolos de países como Bangladesh, Pakistán, Afganistán o Sudán. Un maltrato infantil que quedó impune durante años. Las caídas y las lesiones críticas eran una constante, como el comercio, el trueque y los secuestros infantiles. Afortunadamente esa práctica está extinguida. El gobierno de Emiratos prohíbe por ley que un jinete tenga menos de 15 años y 45 kilos. Pero desde la irrupción de los robots las monturas son siempre mecánicas. Por el contrario, los cuidados hacia los camellos son extremos. Entrenan dos veces al día, suelen comer hasta 10 kilos de comida en una jornada y se les hace dormir a las 5 de la tarde para que repongan energías. Cundo terminan en uno de los tres primeros puestos, su cabeza y su cuello se frotan con azafrán dorado, una especia sagrada, como muestra del honor al que han llegado.