Rio Mavuba, que nació en el mar y jugó con Francia, ayuda a 40 huérfanos en el fútbol y la vida
El exfutbolista creó en 2009 la Fundación Rio Antonio Mavuba, 'Huérfanos de Makala' con la que ayuda a de 31 niños de los barrios de Kinshasa (Congo).
El 23 de abril de 2009 nació en el Congo la Fundación Rio Antonio Mavuba, 'Huérfanos de Makala'. Es un orfanato de 31 niños de los barrios de Kinshasa. Se mantienen a través de las donaciones que ofrece la gente. Son niños que llegaron sin esperanzas y ahora sonríen al mundo. A cinco kilómetros del orfanato se fundó una escuela. Los pequeños, además de aprender, tienen actividades culturales y deportivas. El fútbol forma parte esencial de esos proyectos, es una de las bases de desarrollo de su personalidad. El fútbol forma parte de su vida directa e indirectamente. Gracias al fútbol, Rio Mavuba fundador del orfanato y de la escuela ha dado vida a estos chicos. Mavuba, Papa Rio como le llaman, es su profesor de deporte, es su tutor, una de las personas, que a falta de sus padres, les transmite los valores necesarios para enfrentarse a la vida.
Lo que no saben estos 31 chavales es quién es Mavuba. No saben que nació en un barco de refugiados mientras sus padres cruzaban el mar en barco hacia Europa. Ni saben que igual que ahora ellos sueñan con ser futbolistas algún día, él también lo soñó de niño. Su padre fue futbolista y pensaba que él podría ser como su progenitor. Tampoco conocen que se quedó huérfano como ellos, su madre murió cuando él tenía 2 años y su padre cuando Mavuba tenía 10. Estos chicos, que ahora pueden estudiar y tener un futuro gracias a la fundación, no conocen que el sueño de Mavuba se hizo realidad un día. Que fue internacional con Francia y debutó en el Mundial del Brasil. Que gracias al fútbol él ha podido destinar parte de sus ganancias para ayudar a que el mundo sea mejor.
Este es un excepcional ejemplo para demostrar que el fútbol también es capaz de ayudar a prosperar a las personas, que puede hacer crecer el espíritu deportivo en niños huérfanos, que puede unir donde antes había desunión y desestructuración. El fútbol puede con todo. Mavuba tenía decidido que su futuro era ayudar a los más desfavorecidos para evitar que tuvieran una vida como tuvieron sus padres, sin futuro, en guerra, con odio... Su labor ha cruzado fronteras. En 2011, France Football le otorgó el Premio Naranja como el jugador más amable de esa temporada. "Debo ayudar en casa, somos muchos y nunca los abandonaré", ha dicho en más de una ocasión.
Football Can. La emoción que genera el fútbol va más allá del deporte. Da muchas alegrías, tiene la capacidad de unir, de generar amistades para siempre. Todos los chicos que pasan o han pasado por la Fundación Rio Mavuba tienen la oportunidad de prosperar, de estudiar, de mejorar, de colaborar a que el mundo sea mejor. Justo las bases sobre las que se sustenta Football Can que ha puesto en marcha el Banco de Santander, patrocinador de la Champions League. El deporte tiene el poder de cambiar las cosas y el fútbol lo puede todo.