Las dificultades económicas han menguado la calidad de aquel Olympiacos temible de comienzos de decenio que encadenó siete títulos de Liga seguidos (de 2011 a 2017) y se codeaba entre los mejores de la segunda fila continental. Más humilde en su confección, el equipo griego sigue teniendo cosas de grande, como haberse repuesto a un bache que casi dio al traste de sus posibilidades en el torneo heleno para encadenar seis victorias y un empate en sus últimos siete partidos. El entrenador portugués Pedro Martins parece haberle cogido el aire a un grupo que prefiere esperar con solvencia defensiva y pegar zarpazos a la contra.
Mal momento liguero. Justo lo que se le atraviesa a este irregular Betis de Setién, capaz de tomar el Camp Nou con espacios y de sufrir ante tantos otros equipos que supieron esperarle o, al menos, no intentar discutirle la posesión. 14º en Liga tras sumar sólo cuatro de los últimos 18 puntos, Europa ha servido hasta ahora de bálsamo para un Betis en el que durante los partidos continentales sobre todo asoman la calidad y los goles de Giovani Lo Celso. Tres lleva el argentino en los anteriores cuatro duelos de esta liguilla.