Isco y Ramos, los únicos españoles que optan al Balón de Oro
Los dos, campeones de Europa con el Real Madrid, entraron en la lista junto a cinco compañeros más de su club. Ningún español llega al podio desde 2012.
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Luis Suárez, Amancio, Butragueño, Raúl, Torres, Iniesta, Xavi Hernández... Los futbolistas españoles siempre han estado en la pugna por el Balón de Oro pero solo el delantero gallego ha conseguido ganarlo, en 1960, por delante de Ferenc Puskas y de Uwe Seeler, del Hamburgo.
Este año los únicos nominados españoles al Balón de Oro son Isco y Sergio Ramos. El capitán y el mediapunta del Real Madrid forman parte del grupo de siete jugadores del conjunto blanco nominados para este premio. Parece que este año tampoco será un español el ganador del tan prestigioso galardón al no figurar entre los favoritos.
Sergio Ramos es uno de los estandartes del fútbol español en la última década. El de Camas llegó al Real Madrid como uno de los mejores laterales jóvenes de España y se ha asentado en la disciplina blanca hasta llegar a la capitanía y al nivel de los mejores defensores del mundo.
El año pasado levantó su tercera Champions consecutiva en Kiev, la cuarta de su palmarés. La temporada pasada una inoportuna lesión muscular le impidió estar en más partidos de los deseados pero si llegó en perfectas condiciones al final de temporada, marcada por el éxito europeo y un encontronazo con Salah en la final que en Liverpool se sigue considerando una más que intencionada maniobra para dejar fuera al egipcio de la final.
En el Mundial, Sergio Ramos no mejoró el nivel general de una selección que pecó de poca mordiente y sufrió de un mal verano ruso.
Este inicio de temporada, el central español se ha visto inmerso en un bajón de rendimiento general de un Real Madrid que ha tenido un mal final de 2018. Algo descolgados en Liga aunque más que vivos en Europa y en la Copa del Rey, Sergio Ramos está entre los que deben tirar del carro para volver a colocar al Real Madrid en lo más alto.
El año de Isco ha variado radicalmente. Con Zidane, se veía obligado a pelear por un hueco en el once. El francés le tenía en consideración pero siempre como un elemento que vivía entre el rol de titular y revulsivo. Su buen nivel le puso en el once en los partidos clave del año: las eliminatorias de Champions League y, por supuesto, la final de Kiev en la que Zidane volvió a apostar por el malagueño por detrás de Cristiano y Benzema en lugar de Gareth Bale y la bbC.
Su final de temporada y su buen papel en la Roja durante toda la fase de clasificación le hicieron merecedor de la titularidad en el Mundial de Rusia, donde intentó todo pero no alcanzó, como todo el equipo en general, su mejor nivel para llevar a España más lejos de los octavos de final.
Después de Rusia y unas merecidas vacaciones, Isco se reencontraba con Julen Lopetegui, su gran valedor en la selección. El vasco dio al de Arroyo de la Miel la relevancia que tanto deseaba pero el rendimiento no fue el esperado.
El Madrid entró en barrena y Julen Lopetegui acabó destituido. Isco, que no dudó en defenderle, veía como la etapa junto al entrenador que había sacado su mejor nivel en la élite era más corta de lo esperado y no le dio todo el margen necesario para confirmarse en el once blanco por una inoportuna apendicitis a mitad del inicio de temporada.
Una vuelta algo floja de la lesión y la llegada de Solari le ha mantenido alejado totalmente de la titularidad llegando hasta a salir de las convocatorias (en Roma estuvo en la grada) y viendo como vuelve a perder peso en la rotación blanca, un año más. Ahora, el otro candidato español al Balón de Oro tiene que convencer con talento y trabajo al argentino si quiere repetir en esta lista en la próxima edición, aunque puede que lo haga en otro conjunto.
La situación de Isco tiene alerta a varios de los grandes de Europa. Ya hay interés por parte de varios de los grandes de Itlaia