Rubén regresa a Riazor tras una ruptura buena para todos
El gallego es titular en Osasuna y ha recuperado la confianza después de una temporada para olvidar en el Deportivo.
Rubén Martínez y el Deportivo volverán a cruzar sus caminos este fin de semana, ahora en bandos opuestos. Lo que para el de Coristanco debía haber sido un sueño, poder acabar su carrera en la élite a pocos kilómetros de casa, se convirtió en pesadilla después de una temporada nefasta. No sólo a nivel individual, sino también global por el esperpento en el que se convirtió la portería blanquiazul el curso pasado.
En una posición por la que pasaron hasta cinco protagonistas, a cada cual más desafortunado, Rubén fue el que más jugó. Un total de 28 encuentros en los que alternó buenas actuaciones, las menos, con errores de bulto, una gran pérdida de confianza y 58 goles encajados. El gallego acabó desquiciado e incluso enfrentado con la afición tras un encuentro en Getafe.
Por partidos se había ganado la renovación, pero el descenso invalidó esa cláusula, lo que a todas luces ha sido una bendición. Para él y también para el Depor. Porque Rubén, que empezó el año lesionado, vuelve como titular en Osasuna, donde ya nadie lo discute y tras dejar la portería a cero en el último encuentro. Igual de fijo es Dani Giménez. El vigués le ha dado estabilidad y serenidad a una portería deportivista que penaba desde la salida de Fabricio.
Quique González recorrió el camino inverso
En algún punto entre A Coruña y Pamplona pudieron cruzarse el propio Rubén y Quique González, que este verano recorrieron el camino inverso. Y no sólo en sentido literal. Porque el goleador pucelano tampoco vivió su mejor año en El Sadar. Lo jugó prácticamente todo, participando en las 42 jornadas, casi todas ellas como titular, y superando los 3.000 minutos. El problema fue su producción: cuatro goles para un delantero nunca son suficientes. Ni siquiera aunque se pasase todo el curso exiliado en la banda.
No le importó eso a Carmelo del Pozo y Natxo González, que se lo trajeron sin dudar para darle las llaves del ataque blanquiazul. En el Depor ha recuperado la sonrisa y los goles. Lleva ya nueve tantos y está siendo uno de los mejores delanteros de la categoría. Viene de enfrentarse a un exequipo suyo sin suerte de cara a puerta, algo que espera cambiar el sábado en otra cita emotiva.
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