Dani Giménez devuelve la paz a la portería del Deportivo
El meta gallego fue clave ante el Extremadura, sólo ha recibido un gol de penalti y se afianza en la titularidad tras el esperpento del pasado año.
El problema más grave que tenía que resolver el Deportivo esta temporada era la portería, un auténtico quebradero de cabeza la pasada campaña. El club coruñés fue el equipo más goleado el año pasado (76) con unas cifras negativas de récord. Gran parte de culpa pasó por la portería, un puesto por el que desfilaron cinco metas: Rubén, Tyton, Francis, Pantilimon y Koval. Y por lo visto en estas dos primeras jornadas hay antídoto a la epidemia: Dani Giménez.
El meta gallego fue el primer fichaje de Carmelo del Pozo y su llegada creó cierto revuelo por su edad (35 años) y poca participación en las cuatro últimas temporadas en el Betis (10 partidos de Liga). Ese no fue el único obstáculo, ya que para conquistar la titularidad ha tenido que superar la competencia de un Ortolá que parecía con ventaja para hacerse dueño de la portería. En pretemporada ambos rindieron a buen nivel, se repartieron los minutos por igual e hicieron dudar a un Natxo que finalmente se decantó por el gallego.
Desde su llegada Dani Giménez mostró una total confianza en sus posibilidades, que se ha visto ratificada ante Albacete y Extremadura. En estos dos encuentros sólo ha recibido un gol, y además fue de penalti. Contra los manchegos cuajó un partido serio y el viernes en Almendralejo su actuación fue tan importante para sumar el primer triunfo como el decisivo gol de Quique.
Tyton, última pieza del pasado que falta por salir
La pasada temporada el Deportivo batió récords al jugar cinco porteros distintos. El club, consciente del enorme error de planificación, ha ido rectificando y está cerca de cerrar una revolución total en esta demarcación. El primero en salir fue Pantilimon, que estaba cedido y se marchó en enero. El descenso facilitó otras dos salidas. Rubén Martínez hubiese renovado de seguir en Primera. Al no hacerlo terminó contrato y ahora está en Osasuna. Koval, que llegó en enero, tenía un contrato similar y regresó al Dinamo de Kiev. El último en salir ha sido Francis. El nigeriano renovó hasta 2021 el viernes y se fue cedido al Elche, ya que sí cuenta para el futuro. El último vestigio del pasado es Tyton, al que los ilicitanos rechazaron días antes por su falta de ilusión. El club busca destino para el polaco, pero se acaba el tiempo. Le queda un año y si no encuentra equipo no se descarta rescindir el contrato.
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