BARCELONA

Munir y Rafinha: renovaciones casi imposibles para Abidal

El delantero acaba contrato en 2019 y desde el 1 de enero puede negociar libremente su futuro. El centrocampista sigue pensando irse y tendrá la sartén por el mango en junio.

FERRAN ZUERASDIARIO AS

Además de la renovación de Jordi Alba (contrato hasta 2020), sobre la que trabaja el Barça, y del cantado adiós de Thomas Vermaelen, que cerrará su accidentada etapa en el club azulgrana en junio de 2019, dos casos más de la actual plantilla ocupan a la secretaria técnica estos días. Lo normal es que ninguno de los dos, uno a corto plazo y otro más a medio, sigan de azulgrana.

Munir El Haddadi, 23 años, acaba contrato el próximo 30 de junio. Desde la temporada pasada, cuando estaba cedido en el Alavés, se suceden las informaciones sobre el interés del Barça en renovar al jugador. Con la anterior secretaría técnica, comandada por Robert, y con la nueva, liderada por Eric Abidal y Ramon Planes. Todos bajo la supervisión de Pep Segura, manager general del área de fútbol y hombre de confianza del presidente, Josep Maria Bartomeu. Munir, sin embargo, no ve claro renovar. Primero, por cuestiones deportivas. Apenas tiene oportunidades y no se atisba en un futuro inmediato que vaya a ser el delantero titular del Barça. Y luego, por cuestiones económicas. Uno de los planes previstos por el Barça sería ampliar el contrato al jugador para luego venderlo. Sin embargo, Munir será libre para negociar su futuro desde el 1 de enero. No sólo elegirá libremente el club donde jugará. También se llevará la suculenta prima de fichaje por llegar libre a su nuevo destino. Si el Barça quisiera renovarle, tendría que hacer frente a la misma también. La lógica, pues, invita a pensar en que Munir no continuará.

El caso de Rafinha es distinto. Después de que el Inter no ejecutase la opción de compra de 35 millones de euros por el jugador este verano, el futbolista estuvo cerca de ir al Betis. Finalmente continuó y, después de hacer una gran gira por Estados Unidos, se ganó la titularidad en la Supercopa. Luego desapareció de las alineaciones hasta que se lesionó Messi. Entonces, irrumpió de nuevo en el equipo y jugó a gran nivel ante el Inter y bien contra el Madrid. En ambos casos fue titular. Pero montado en ese tobogán constante que es Rafinha, ha vuelto a desaparecer de las alineaciones y contra el Betis ni entró en la lista. Como con Luis Enrique antes de la lesión, es un jugador ‘guadinesco’ que entra y sale de alineaciones y listas con mucha facilidad. Todo indica a que su futuro debe estabilizarse lejos del Barça. Existe la opción de que Rafinha salga este invierno (tiene múltiples pretendientes, gusta mucho en la Serie A) o que espere a junio. En ese caso, el Barça podría sacar algún dinero de su venta. Pero tendría que ser de mutuo acuerdo con el jugador, al que tendría que escuchar. Rafinha es consciente de que en verano de 2019 estará a un año de acabar su contrato y en la misma posición que Munir estos días. Los jugadores se convierten en ese momento en amos de su futuro. Para el Barcelona son dos casos comprometidos. Y los dos apuntan a un futuro lejos de Can Barça y con poco dinero en la caja del club.

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