Un mazazo para Keylor
Solari le quitó la Champions, su refugio con Lopetegui. Courtois jugó en Plzen. Al costarricense ya sólo le queda la Copa y cuando supo que era suplente, fue críptico en su Instagram…
“Pero bendito el hombre que confía en mí, que pone en mí su esperanza. Será como un árbol plantado a la orilla de un río, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme cuando llegan los calores, pues su follaje está siempre frondoso. En tiempo de sequía nunca se inquieta, y nunca deja de dar fruto”. Este pasaje bíblico de Jeremías 17:7-8 fue el críptico mensaje que dejó Keylor en su perfil de Instagram, desde el vestuario en Plzen, cuando supo que no iba a jugar contra el Viktoria. Era la vuelta a la Champions, su refugio.
La cara del portero de las tres últimas Champions blancas en el banquillo del estadio checo era un poema. Sentado entre Modric e Isco, calentó antes y se refugió en su plumas rojo. Desde allí vio cómo Courtois se termina de asentar. El mundo del fútbol se decanta por Thibaut. “Courtois lo hace todo sencillo, no como otros que necesitan exagerar sus acciones”, decía anoche Valdano en Movistar Liga de Campeones. Parece que sólo en Costa Rica resguardan a su portero. “Su suplencia no es por rendimiento”, dijo su seleccionador, Gustavo Matosas. Solari, pura diplomacia, le echó un capote público tras el partido. "Keylor es un señor, le admiro como portero y le respeto como hombre", aseveró el argentino en Plzen.
La puerta se le ha ido cerrando.
Pero la realidad deportiva es otra. Desde que Courtois se hizo con el lugar bajo los tres palos, el 1 de septiembre ante el Leganés en Liga, Keylor se ha tenido que conformar con la Champions, donde Lopetegui, temeroso de las jerarquías y del peso del tico en el vestuario, sí le respetó el rango. Sólo un lunar, el 1-0 en Moscú. Solari sabe lo que quiere el club y cambió la dinámica en el 0-5 al Viktoria en el que Courtois apenas lo pasó mal 15 minutos. Keylor sufrió más en el banquillo. Pero, aunque la decisión del argentino, supuso un mazazo para él, no tira la toalla y ha decidido decirle "no" a Costa Rica para quedarse en el parón internacional en Valdebebas. "Con él nos entendimos antes de confeccionar la convocatoria, por su situación, inestable, nos ha manifestado que es un momento indicado para que se quede en el Madrid”, explicó Rónald González, seleccionador interino.