Lopetegui se juega su futuro en el Clásico del 28 de octubre
Salió Cristiano y el Madrid acusa la falta de gol, el técnico lo tiene difícil, pero el presidente y la directiva trabajan con la perspectiva de un posible cambio en el banquillo.
La última vez que el Madrid perdió cuatro partidos de los once primeros fue en la 2005-06, cuando Florentino terminó dando la espantada. Puede que fuera ese mal recuerdo el que le hizo torcer tanto el gesto en el palco de Mendizorroza, o puede que fuera el peso de la responsabilidad de haber tomado decisiones este verano (como no fichar un nueve goleador tras la salida de Cristiano) que han podido condicionar el proyecto.
La vuelta de Vitoria fue tensa. Se sucedieron las llamadas cruzadas entre Florentino y José Ángel Sánchez. Se hablaba de la situación de Lopetegui. La cúpula tiene claro que ahora no es el momento de cambiar de entrenador, pero ya se trabaja con la perspectiva de que puedan seguir viniendo mal dadas y hay una fecha señalada, el Clásico del 28. Hay dos partidos fáciles antes, ambos en el Bernabéu (Levante y Plzen) que pueden dar aire al técnico, pero una derrota abultada en el Camp Nou podría desencadenar un cambio.
Ya se barrunta, incluso, algún nombre. Solari serviría de transición. Y Conte es el único técnico de primera fila que está sin equipo. Cuando se pensó en el italiano en verano, hubo quien lo desaconsejó porque su mano dura podría chocar con un vestuario tan cargado de egos. Eso ahora incluso parece una ventaja para la cúpula blanca, que valoró negativamente el hecho de que Lopetegui hubiera accedido a viajar a Vitoria el mismo día del partido (el club había reservado habitaciones para el viernes), y también que esta temporada el equipo no se concentre la noche antes de los partidos de Champions en casa, lo que se interpreta como concesiones a unos jugadores que pueden haberse acostumbrado a ganar.
Algunas decisiones también han dejado al técnico expuesto ante sus futbolistas, como el que haya utilizado tanto a Vinicius. En Mendizorroza lo metió en el partido y no a Lucas Vázquez. Extrañó en el vestuario que Lopetegui pasara de mandar al brasileño al Castilla a utilizarlo cuando la situación es más complicada y se ha interpretado como una concesión al presidente (que necesita justificar que pagó 45M€ por él con 17 años).
No era el elegido por Florentino Pérez
Lopetegui tiene un hándicap. No fue la primera apuesta de Florentino tras la salida de Zidane, que parecía saber lo que sucedería si se iba Cristiano (más de 40 goles en sus últimas ocho temporadas). Antes que al técnico vasco el presidente tocó a Pochettino, a Allegri (“Más que no al Madrid le dije sí a la Juve”, confesó), a Conte (Mirror publicó que dijo “no” para cobrar el finiquito del Chelsea), y al joven Nagelsmann, (“Lo pensé, pero con 30 años llegará otro tren”).
Lopetegui sí prefirió subirse a ese tren. Le costó el Mundial. Y lo hizo a pesar de la dinámica en la que está instalado el Madrid, ahora un club tan vendedor como comprador (en los últimos cinco años, 424 millones en ventas y 410 en compras) por el empeño de Florentino en cerrar el estadio y recubrirlo de una piel metálica. Salieron sin repuesto gente de peso como Pepe, Morata, James, Kovacic o Cristiano. Ahora, con sólo tres lesionados (Marcelo, Carvajal e Isco) se ha puesto de manifiesto que no hay tanto fondo de armario. Pero sobre todo que no hay gol. Este verano estaban dispuestos a venir Icardi, Lewandowski o Cavani. Los tres lo dejaron claro en el Bernabéu, donde también se consideró un desperdicio pagar 200M€ por Kane. Pero eso es el pasado. Hoy, en los despachos del club, giran la mirada a Lopetegui, el técnico que sí cogió el tren cuando de él se bajó Zidane.
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