Unai Simón, la gran apuesta de Lezama tras Kepa Arrizabalaga
De ser el cuarto portero ha pasado a ser el primero después de la salida de Kepa, la lesión de Iago Herrerín y la renovación varada de Remiro.
Equipos importantes de Primera espiaban a Unai Simón, al que el Athletic blindaba el pasado mes de junio hasta 2023 ya con un estatus equiparable a su condición de internacional Sub-21 y portero profesional. Unai Simón, ahora titular con Eduardo Berizzo por caprichos del destino, fue recuperado a toda prisa de una efímera cesión en el Elche.
Se trata de una apuesta de Lezama firme desde las categorías inferiores. Repitiendo constantes de décadas anteriores con otros elegidos que han alcanzado la élite: Aranzubia, Escalona, ya retirados, Raúl Fernández-Cavada (ahora en Las Palmas) o Aitor Fernández (Levante). Todos ellos brotados de la factoría de Lezama histórica escuela de guantes célebres y se les suma Serantes (Leganés). El joven arquero de Murgia iba a jugar en Primera, era su destino, como así ha sido. “Sólo he jugado dos partidos, en cinco días me cambió la vida, de llegar a debutar”, lanzaba el otro día con la cabeza muy bien amueblada y los pies en el suelo.
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La fuga de Kepa Arrizabalaga al Chelsea, la lesión en el antebrazo de Iago Herrerín y la renovación varada de Álex Remiro le han dejado la senda diáfana para cumplir “el sueño” de debutar con el primer equipo. El Elche se llevó 175.000 euros para recuperarle sobre el bocinazo del mercado veraniego.
El relevo está garantizado. Unai Simón representa el futuro y el presente, acelerados los plazos por un verano muy agitado en el asunto de los arqueros. De cuarto portero ha pasado al primero, pero no se pone bajo palos ante el Real Madrid de manera improvisada. Ya es un meta de empaque para afrontar retos de este calibre. Al Huesca ya le sacó un par de manos. Es fuerte, de envergadura (1,90), seguro bajo palos, metódico y responsable. Simón parece ya un veterano pese a tener 21 años.
