Samper optó por luchar en el Barça antes que ir al Girona

El pasado jueves 16 de agosto, después de que el Barcelona se presentara oficialmente ante su afición en el Camp Nou disputando el Gamper ante Boca Júniors, Pep Segura, manager general del club, llamó a Sergi Samper para que se presentase en su despacho de la Ciutat Esportiva una vez acabara el entreno. El canterano tenía motivos para temerse lo peor. El día anterior, fue uno de los jugadores que salió al campo sin dorsal. Su continuidad en el equipo parecía seriamente comprometida.

No obstante, Segura y Ramon Planes le dijeron que estaban más que contentos con su esfuerzo en el equipo y que tenían en cuenta que lleva en la entidad blaugrana desde los seis años cuando ingresó en la Escola FCB, de la que pasó al Benjamín B siendo a partir de entonces capitán en todos los equipos y categorías del fútbol base blaugrana.

Le dijeron que la decisión de seguir en el equipo era suya, que dependía de él. Que si quería seguir en el Barça y tener dorsal, el club se lo iba a dar y que si quería irse para tener unos minutos que en el Barça no los iba a tener nada asequibles, la entidad le daría todas las facilidades para buscar un destino. Un destino que, por otra parte, el jugador tenía asegurado, puesto que el Girona de Eusebio llevaba semanas tirándole los trastos. En Montilivi, Samper llegaría con los galones necesarios para interpretar el fútbol que desea realizar Eusebio, técnico que le conoce a la perfección. Cuando le entrenó con el Barcelona B, Samper fue el jugador más utilizado por el técnico pucelano, con el que disputó 40 de 42 jornadas. En una estaba sancionado, en la otra, reforzando a la selección sub 19.

De nuevo se abría para Samper una disyuntiva. Quedarse donde siempre quiso estar a pesar de que es consciente de que va a costar mucho tener una oportunidad o jugársela fuera de su entorno natural, en el que creció para ser un día el mediocentro del Barça.

Siempre que ha optado por salir del nido, Samper ha tenido mala suerte. Paco Jémez le reclamó para el Granada y nada más aterrizar en el equipo nazarí, el técnico fue destituido y Sergi pasó al ostracismo. Lucas Alcaraz no contó con él como tampoco lo hizo Tony Adams en una época surrealista para el club andaluz.

La temporada pasada Samper realizó una excepcional pretemporada en la que justificó el sobrenombre de "el Pirlo de la cantera" con el que Javier Gascón, de Mundo Deportivo, le bautizó hace ya años en una época en la que Samper rechazó una oferta del Arsenal después de que Arséne Wenger le llamara personalmente. Se marcharon Jon Toral y Héctor Bellerín. Samper aguantó en el Barça a pesar de que la oferta económica era muy superior en Inglaterra.

Tras completar una pretemporada que hizo dudar a Valverde de que se quedara, finalmente se marchó cedido a la UD Las Palmas porque Arda Turan no quiso salir en verano y no había fichas libres para él. Se marcho a Gran Canaria donde un técnico como Manolo Márquez le podía hacer crecer, pero Márquez duró poquísimo y su sutituto, Pako Ayestarán no contó con él. Cuando regresó Paco Jémez a Gran Canaria y volvió a la titularidad tuvo una escalofriante lesión de tobillo que cortó su progresión.

En su regreso al Camp Nou, se lesionó justo antes de iniciar la gira de este año por Estados Unidos donde se supone que podía tener una opción para convencer al técnico culé o a los equipos que buscasen un centrocampista creativo.

El día de la presentación, se quedó sin dorsal y todo apuntaba a que no iba a seguir en el Camp Nou, pero ante tanta mala suerte, el Barça y Samper decidieron darse una nueva oportunidad. El jugador sabe que le va a costar tener minutos, pero después de todo lo que ha pasado siempre que se ha alejado del Camp Nou, prefiere seguir donde se crió. Un día, la suerte tiene que sonreírle. Y nada mejor que probar en casa.