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INTERNACIONAL

Wenger: "Llevaba 35 años empezando temporadas; me estoy desintoxicando"

El extécnico del Arsenal disfruta en Córcega mientras se da un tiempo para decidir su futuro y ve a Henry capacitado para dirigir al Girondins.

Arsene Wenger.
ADRIAN DENNISAFP

Arsène Wenger se ha tomado un verano sabático. De momento, solo el período estival, porque de sus palabras se desprende que no descarta volver a entrenar en los próximos meses. El técnico francés está pasando por una "cura de desintoxicación después de 35 años iniciando campeonatos", como él mismo define.

Pero no pierde del todo la vista de la actualidad futbolística y opina que Thierry Henry, su expupilo en el Arsenal, está preparado para hacerse cargo del Girondins de Burdeos, banquillo para el que le sitúan como candidato: "Tiene ganas de hacerlo. Es inteligente y tiene las cualidades. La pregunta existencial que siempre se plantea es sí está dispuesto a sacrificar su vida por el oficio de entrenador".

En una entrevista con el diario local de Córcega Corse Matin, donde Wenger está pasando el verano, el exentrenador gunner afirma que "he decidido no decidir. He estado tanto tiempo intoxicado que me he hecho la promesa de no tomar ninguna decisión hasta septiembre". Mientras tanto, disfruta de los placeres de desayunar contra el mar, charlar con los amigos o abrazar la lectura. "Puedo pasar horas mirando al horizonte y leo todos los días, ahora estoy con un libro de Philip Roth: Me casé con un comunista".

La historia y la política figuran entre las aficiones de Wenger, pero no se ve dedicándose a una ni a otra. "Para la arqueología no estoy", dice sobre la primera. Y los tiempos de la política no se adecúan a sus ritmos. "Lo que me gusta de entrenar es que planteamos teorías, el sábado hay que demostrar que funcionan y el resultado es inmediato. En política, entre la teoría y la prueba que lo demuestre, puede pasar demasiado tiempo...".

Aunque sí se ha implicado políticamente en una reivindicación en favor de la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales. Wenger, nacido en Estrasburgo, reconoce que no aprendió francés hasta los seis años. "Recientemente seguí un debate donde un especialista en Neurociencia explicaba que el aprendizaje de una segunda lengua muy joven era determinante en la creatividad y la flexibilidad del pensamiento. Decía que la desaparición de lenguas regionales como el corso, el alsaciano [que se habla en su Estrasburgo natal] o el occitano era perjudicial para el desarrollo del cerebro de los niños. La tradición, la cultura y la identidad son todavía una historia diferente", explica.

Este próximo viernes 24 Wenger viajará a Monrovia, la capital de Liberia, para recibir la máxima condecoración del país africano de manos de su presidente, el exfutbolista George Weah, en reconocimiento al papel que desempeñó el técnico en el desarrollo de su carrera futbolística. Wenger fue el técnico que dio a Weah su primera oportunidad en Europa, fichándolo para el Mónaco en 1988. Siete años después, se convirtió en el primer africano, y hasta ahora único, en ganar el Balón de Oro de France Football.