América pierde el Mundial
El triunfo de Francia en Rusia asienta una clara tendencia a nivel de selecciones: en los últimos veinte años, cinco europeas levantaron la Copa del Mundo.
Del fútbol se dice que lo inventaron los ingleses, que lo llevaron a su máxima virtud los brasileños y que es un deporte, en frase acuñada por Lineker, en el que siempre ganan los alemanes. Tras una introspección histórica se podría extender la potestad del éxito más allá de Alemania, a toda Europa. Cada cuatro veranos, cuando el Mundial compara las fortalezas de selecciones llegadas de todo el globo, no hay quien le discuta el mando al Viejo Continente.
De Francia a Francia, cinco títulos de seis posibles
La tendencia es evidente en las últimas dos décadas, en las que las selecciones europeas se han repartido cinco de los seis Mundiales en liza. Abrió el ciclo en 1998 Francia, la misma que 20 años después lo ha reforzado. Entre aquel triunfo en su propia casa y el de este verano en Rusia también tocaron metal Italia (2006), España (2010) y Alemania (2014). Sólo Brasil, campeona en Corea y Japón 2002, amenazó esta dinámica que hoy acumula cuatro Copas del Mundo consecutivas para Europa.
Tal ha sido el poderío europeo en estos veinte años que sus representantes le han dado la vuelta a la tortilla y han desechado un mito histórico: antes de Francia 98, América dominaba a entorchados por un ajustado 7-8; ahora la cuenta está en 12-9, una remontada en la que destaca la primera conquista europea en América, gracias al gol en Brasil 2014 de Götze en la final entre Argentina y Alemania. Después de veintiuna ediciones, Europa luce músculo, América ha perdido fuelle y África o Asia siguen sin dar el salto.