El molesto silencio de Neymar
Los jugadores aterrizaron en Brasil y el del PSG salió por una puerta diferente al resto y ha pasado de puntillas por las zonas de prensa de Rusia.
Brasil dio media vuelta en el Mundial de Rusia antes de lo que se esperaba. Antes de lo que esperaban los brasileños y mucho antes de lo que presagiaban las casas de apuestas, aunque estas no han estado muy finas en el torneo al dar siempre como favoritas a España, Alemania y Brasil.
Y ahora Brasil se divide entre el dolor por la eliminación en los cuartos de final y la indignación de ver como su máxima estrella no da la cara en un momento tan complicado. Neymar sumó en Rusia su segunda decepción en Mundiales con un torneo correcto a nivel personal. En lo deportivo cumplió (dos goles y dos asistencias) porque llegó a medio gas tras una lesión en el quinto metatarsiano del pie derecho que le mantuvo más de tres meses fuera de los terrenos de juego.
Pero el problema es que Neymar también ha sido noticia por lo extradeportivo. Ha pasado mucho tiempo en el suelo (14 minutos según un estudio realizado antes del encuentro de cuartos de final), ha dejado muchos memes y sus rivales le han criticado abiertamente por su exageración. "Esto es un juego de hombres, no de payasadas", expresó Osorio tras la eliminación de México en unas declaraciones que tampoco resultaron muy acertadas.
A pesar de todo, los brasileños se acercaron este domingo al aeropuerto para recibir a los integrantes de la ‘canarinha’ y los asistentes se quedaron con las ganas de ver a su estrella, que salió por otra puerta sin ser visto. Un regate a su gente que fue criticado por la prensa de Brasil. “Cuando Neymar dribla a los medios de comunicación está dando una patada a la cesta de la gallina de los huevos de oro”, explica Folha en un artículo en el que recuerda al atacante del PSG que el espectador es el máximo responsable de su éxito y de su dinero: “El dinero llega a sus bolsillos gracias al fabuloso negocio del fútbol porque el seguidor compra una entrada, proporciona audiencia para las televisiones y así atrae a anunciantes”.
Es un circuito de vasos comunicantes que exigen responsabilidad y madurez en situaciones de emergencia. “Le guste o no, los fenómenos tan solicitados por los medios deben dar, sobre todo en las derrotas o en la eliminación de un Mundial, satisfacciones al seguidor. Explicar los goles fallados, justificar las simulaciones y admitir errores”, añade el diario de Sao Paulo.
Y es que Neymar se ha limitado a pasar de puntillas por las zonas mixtas de Rusia. Ha apelado a las redes sociales para dar señales de vida a los más de 200 millones de habitantes de Brasil y a otros tantos que se declaran fans del futbolista. El sábado, tras caer ante Bélgica, Neymar, o quien escribe por él, colgó un mensaje lamentando la caída en Kazán. “Puedo decir que es el momento más triste de mi carrera. El dolor es muy grande”, comenzó un mensaje que pasó por el agradecimiento a Dios y finalizó con el cariño hacia sus compañeros.
Este alejamiento con su gente contrasta con el espejo en el que Neymar se ha mirado y se mira todavía. En Brasil le recuerdan quién fue Pelé. “Jugaba en el Santos y lucía la camisa 10. Ganó tres Mundiales, marcó 1.281 goles, fue elegido atleta del siglo XX y entrará en la eternidad como el jugador de la historia del fútbol. Él daba entrevistas a cualquier medio que lo solicitase. Porque él sabía que no era un favor, sino una obligación”.
Neymar destruyó su propia imagen en el Mundial
Las críticas hacia el futbolista vienen desde muchos de los rincones de Brasil. UOL va más allá y asegura que Neymar destruyó su propia imagen en Rusia. “Neymar siempre fue una figura controvertida entre adultos, pero la admiración de los niños era unánime por varios factores: aspecto joven, sonrisa y su manear extrovertida de jugar. Neymar perdió su mayor capital en este Mundial. Ya no es querido de manera unánime por los jóvenes y es ridiculizado por muchos”.
