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SELECCIÓN

España regresa a casa sin Mundial, sin selección y sin ideas

Además de Iniesta y Piqué, Silva subió al avión con una señal de adiós: llevaba bajo el brazo un balón firmado por sus compañeros.

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España regresa a casa sin Mundial, sin selección y sin ideas

España cayó contra Rusia en octavos y Ramos fue el jugador de la Selección que más pases dio durante el partido. Diez años después del primer gran título de la época contemporánea, la Eurocopa 2008, el cambio más profundo lo simboliza este dato. En el equipo formado en torno a Xavi, Silva e Iniesta nunca fue posible que un central llevara la manija, que fuera el epicentro de La Roja.

Con este sentimiento de desintegración de una Selección, de un grupo y de su idea, regresó España desde Krasnodar a Madrid. “El que venga por Hierro tendrá que construir algo nuevo, como hizo Luis. No será fácil, porque la generación del tiqui-taca es irrepetible”, afirmó un alto directivo de la Federación. De ese grupo campeón ya se han bajado Iniesta, que comprendió en Moscú que su suplencia era toda una declaración de intenciones, también Piqué y parece que incluso Silva, que ayer subió al vuelo 0978 con un balón firmado por todos sus compañeros, una señal inequívoca de que piensa en irse, si es que no se ha marchado ya.

José Antonio Camacho, sentado en la fila 41 del avión de Air Europa, no tenía la cabeza para ruidos. “De fútbol hoy no hablo”. Kiko, el otro comentarista de Mediaset, siguió la misma línea. “Estas cosas es mejor valorarlas en frío, cuando pasen unos días. Si nos ponemos a hablar ahora seguramente diremos alguna verdad y muchas barbaridades, y no es plan. Ni todo ha sido malo ni todo ha sido bueno”. Precisamente han sido Kiko y Camacho dos de los grandes sufridores en Rusia, casi tanto como los familiares de los jugadores. Los padres de De Gea, que han estado desde el día uno, lo han pasado mal por las críticas al momento de forma de su chico. Incluso cuentan que han tenido algún problema con presuntos delincuentes que les amenazaron tras el fallo de David ante Cristiano. Los de Saúl tampoco regresan contentos, porque han estado siempre y se marchan sin ver jugar un sólo minuto a su chaval.

La esposa de Pepe Reina, Yolanda, vino con sus cinco hijos, que tampoco han visto a su padre con la camiseta de España. El ambiente, en general, era de abatimiento, tristeza y resignación. Parecido al del regreso de Brasil en 2014, pero quizás peor. Porque España ha perdido algo más que un Mundial, ha perdido el cogollo, el corazón y el alma del equipo.

El palo ha sido duro, quizás más que nadie para el nuevo presidente de la Federación. Luis Rubiales se encontró con la bomba nada más llegar con el fichaje de Lopetegui por el Madrid. “No me arrepiento de la decisión que tomé, porque la ejecuté con convicción y por respeto a los valores que quiero que imperen en la Casa”. Ahora tiene la responsabilidad de acertar con la designación del nuevo seleccionador. Lo tendrá que hacer pronto, porque España volverá en septiembre en la Nations League. Esperan Croacia e Inglaterra, que son mucho más que Irán, Marruecos y Rusia.

Además, el presidente contó, agradecido, que Andrés Iniesta tuvo la deferencia con él de que fuera la primera persona en enterarse de su adiós definitivo a la Selección, al tiempo que le pedía un balón del partido porque la hija del genio de Fuentealbilla colecciona balones.