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BARCELONA

Abidal, tutor para Dembélé y enlace con el vestuario

Llega para desbloquear la relación entre plantilla y palco. Robert era muy apreciado por técnico y jugadores. Éric Abidal tiene trabajo.

Eric Abidal, en su presentación como secretario técnico.
FERRAN ZUERASDIARIO AS

Abidal llega al Barcelona con una misión que va más allá de su nombramiento como secretario técnico: mejorar las relaciones entre el vestuario y convertirse en el tutor de un Dembélé, quien, tras el fiasco del fichaje de Griezmann está obligado a dar un paso adelante en el Barcelona.

La decisión de Bartomeu y Pep Segura de destituir a Robert Fernández como secretario técnico ha sido mal acogida en el vestuario. Para la mayoría de la plantilla, Robert era alguien de confianza que mantenía un equilibrio perfecto entre la directiva y el equipo. Para el técnico Ernesto Valverde era alguien en el que se podía confiar más allá de que sus decisiones funcionaran o no, un tipo honrado, de fiar.

Ahora, Robert ha sido sustituido por Éric Abidal, que llega con una misión más de relaciones públicas o de director del primer equipo que de secretario técnico, tarea que le quedará reservada a Ramon Planes, fichado del Getafe, y su nuevo equipo. Todo ello, bajo la supervisión de Pep Segura.

A Abidal, según afirmó el vicepresidente deportivo Jordi Mestre en su acto de presentación, se la ha contratado “para controlar el mercado francés, el más importante en la actualidad”. Se pensaba en Griezmann, pero ni Abidal llegó a tiempo de arreglar el desastre de negociación de la directiva. Ahora, con Lenglet y tutelando la vida de Dembélé, la figura del ex jugador se adivina más como la de un relaciones públicas para mediar entre un vestuario que mira con recelo cualquier visita de un directivo y las estrellas.

Desde que se filtró en Mundo Deportivo que una gran parte del cuerpo dirigente del Barcelona ponía en cuestión la continuidad de Valverde si no ganaba el doblete, el vestuario reaccionó con decepción e hizo evidente su desconfianza en cuanto tuvo ocasión: en el viaje de vuelta y la cena de celebración del doblete. Abidal llega para cambiar esa dinámica. Y para cuidar a Dembélé.