Özil continúa su ocaso: el gran señalado por Joachim Löw
Fue suplente, a diferencia del primer partido, y ni siquiera entró cuando Alemania estaba casi fuera del Mundial. Su falta de tensión ha desquiciado al técnico.
Alemania salvó los muebles y lo hizo sin Özil sobre el campo. El jugador del Arsenal se cayó de la alineación, al igual que Khedira, y ni siquiera entró en los últimos minutos, en los que los alemanes necesitaban creatividad en la última parte de la cancha para poder ganar un partido vital. Sin embargo, Löw optó por Brandt, que estuvo francamente bien, y anteriormente por Mario Gómez, un delantero centro al uso para cargar él área. Ni rastro de Özil, que con su habitual frialdad ha terminado por colmar la paciencia del seleccionador. Ante una situación de máximo riesgo, cualquier opción parecía más lógica que la de meter un futbolista como Özil al que en esos momentos le falta sangre.
El zurdo del Arsenal ha estado en el ojo del huracán estos días y también en los previos al Mundial por cuestiones políticas. Una imagen junto al presidente turco Erdogan, en la que también estuvo otro convocado por los alemanes, Gundogan, hizo que fuera muy criticado e incluso hubiera quien pudiera su renuncia al Mundial. La Federación germana forzó otra foto con miembros del ejecutivo alemán, pero ya no fue lo mismo.
Özil ha pasado de lo más alto a lo más bajo en los Mundiales en ocho años. Al de Sudáfrica, en 2010, llegó muy joven, pero sorprendió tanto que el Madrid acabó fichándolo. Cuatro años después se coronó campeón del mundo en Brasil, en 2014, aunque tampoco tuvo un papel preponderante como se le exigía a un jugador de su nivel. Esta vez, en Rusia 2018, las cosas se han torcido desde el principio. Perdió el puesto ante Suecia y ni siquiera tuvo minutos. Es más, fue la primera vez que era suplente en un Mundial o una Eurocopa. Un momento duro para un futbolista al borde de la treintena.