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MUNDIAL 2018

El VAR vigilará todos los goles para evitar fueras de juego

Según informó hoy el jefe de los árbitros de la FIFA, Massimo Busacca, todos los tantos del Mundial tendrán revisión por videoarbitraje.

Sistema de videoarbitraje.
YURI KOCHETKOVEFE

La FIFA mostró este sábado la sala de operaciones del VAR, el sistema de videoarbitraje que tiene a los futbolistas y a los aficionados en vilo en vísperas del Mundial, aunque aseguró que serán los árbitros y no la tecnología "los que piten los partidos".

"El VAR será muy importante en esta Copa Mundial, pero no será el que vaya a arbitrar. No es el vídeo el que va a pitar los partidos, sino el árbitro", dijo a la prensa Massimo Busacca, responsable del arbitraje de la FIFA. A falta de menos de una semana para el partido inaugural del Mundial, el árbitro asistente de vídeo (VAR) se ha convertido, sin querer, en la estrella del torneo y según avanzan las horas, aumentan sus partidarios y detractores. Por ello, la prensa esperaba que el demiurgo del Mundial fuera un plató espectacular equipado con cientos de cámaras con imágenes de todos los ángulos de cada una de las incidencias de un partido de fútbol. En realidad, el cuartel general del VAR son dos pequeñas salas, eso sí, con muchas pantallas de televisión, donde se sentarán cuatro asistentes que se encargarán de ayudar a los tres árbitros que dirijan cada partido mundialista.

"Tenemos a 13 personas sólo para el VAR, aunque no todos serán asistentes principales. Después tenemos seis o siete árbitros más que pitarán partidos y también pueden hacer el VAR. Es decir, unas veinte personas dedicadas al videoarbitraje", dijo Busacca. Explicó que los árbitros asistentes de vídeo de cada partido harán sólo uno por día, aunque si es necesario repetirán, ya que la FIFA quiere "buscar la calidad". Señaló que habrá cuatro VAR en juego en cada partido: el primero analizará las jugadas polémicas; el segundo seguirá el partido en vivo en todo momento; el tercero se ocupará de los fueras de juego y el cuarto será de apoyo. Serán 33 cámaras -dos más a partir de octavos de final- las que transmitan las imágenes de todo lo que ocurra dentro del terreno de juego, que llegarán a la sala VAR a través de fibra óptica y, en caso de que haya un problema técnico, por satélite.

Además de las de velocidad normal, en los estadios habrá las que graben el juego a cámara lenta, que serán las que determinen si hay contacto en un penalti o si el balón ha entrado en la portería. La sala del VAR se encuentra en el Centro Internacional de Retransmisiones (IBC, siglas en inglés) situado en las afueras de Moscú, inaugurado este sábado por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Aunque toda la atención la centró Busacca, quien insistió hasta la saciedad en que el VAR "no es un experimento" y que sólo entrará en acción en caso de "jugadas polémicas" como fueras de juego, penaltis, goles marcados con la mano, simulaciones o para comprobar si el balón rebasa la línea de meta.

"En esas situaciones traeremos la tecnología. Eso seguro que lo va a saber el VAR. Un árbitro, por muy bien preparado que esté, no puede ver todo en el campo", resaltó. Eso sí, el exárbitro suizo matizó que el vídeo no puede cambiar la forma de arbitrar y que, en cuanto un colegiado salte al campo, deberá "olvidarse completamente de la tecnología". "La actitud de los árbitros debe ser el convencimiento de que su decisión es la correcta. No puede pensar que con la tecnología en cada situación vamos a pregunta al VAR. ¡Entonces no vamos a jugar al fútbol!", subrayó.

Recordó que la iniciativa de recurrir al vídeo debe ser del asistente que está sentado en Moscú y no del árbitro, aunque éste también puede tomar esa decisión en casos extraordinarios. "No es la tecnología la que va a decidir. Es siempre el hombre, junto a la tecnología. Siempre hay interpretación. Lo que hay que hacer es reducir el porcentaje de interpretación" en las jugadas clave, señaló. Aunque, basándose en su larga experiencia, recordó que nada es comparable a ver una jugada en persona y dejó entrever la posibilidad de que en algunos casos el árbitro ignore las indicaciones de los asistentes de vídeo.

En cuanto al tiempo que se perderá en discernir las jugadas polémicas, recordó que en el Mundial de Brasil se jugaron 57 minutos de media por partido, ya que 33 minutos se perdieron en saques de puerta, córneres y tiros libres. "La demora del VAR será de entre medio minuto y un minuto. Pero por un resultado correcto, si necesitamos diez segundos más, ¿dónde está el problema? Queremos hacerlo rápido, pero si no podemos, lo que queremos es que el resultado sea el acertado", dijo, y destacó que el tiempo perdido "se recuperará al final".