Julen Lopetegui manda a la Selección a morder arriba
14 de las 27 recuperaciones ante Suiza fueron en campo rival. España mantuvo el balón muy lejos de su área y sólo recibió cuatro tiros.
La presión alta se ha convertido en una de las obsesiones de Lopetegui de cara al Mundial de Rusia. El seleccionador ha hecho mucho hincapié en los primeros entrenamientos en el robo tras pérdida y en el primer amistoso comenzó a recoger los frutos de lo ensayado en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas durante la primera semana de preparación.
Los laterales, centrocampistas y delanteros de La Roja realizaron 14 de las 27 recuperaciones frente a los suizos en campo contrario, el 51,8% del total (en el informe no se incluyen los robos de Piqué y Azpilicueta, los centrales, ya que por su demarcación casi todos sus robos son en campo propio).
Destacó por encima del resto el trabajo de Thiago, Koke e Iniesta, los tres centrocampistas, que escenificaron lo que les pide Julen: siete de sus 12 recuperaciones fueron en campo rival (el 58,3%). Thiago, con seis robos en total (tres en campo suizo) fue el mediocampista más acertado en tareas defensivas. Asfixiaron a Suiza en la salida del balón: perdieron hasta 19 balones en su propio campo. También Jordi Alba (cuatro de sus ocho robos fueron en campo rival) demostró que los laterales se van a implicar en la presión alta de la Selección.
En el descanso, Lopetegui realizó una sustitución (Lucas Vázquez ocupó el lugar de Iago Aspas en la banda derecha) que aumentó aún más la intensidad de España en esta presión. El extremo madridista recuperó dos balones en los 45 minutos que disputó y ambos fueron en campo contrario (Aspas no logró ningún robo durante la primera mitad).
La Selección, además, lució un buen tono físico: en la segunda mitad los laterales, medios y delanteros robaron más balones en campo contrario (ocho) que en la primera parte (seis).
Esta presión permitió a España jugar muy lejos de su portería. Sólo 146 pases de los 785 que dio el domingo (el 18,5% del total) fueron en su primer tercio del campo. Con el balón alejado del área española, Suiza pudo rematar poco: sólo cuatro disparos (dos entre los tres palos).
Pases. Esta intensidad en la presión no afectó a la seña de identidad de España, el tiqui-taca. La Roja desplegó contra Suiza una gran efectividad en el pase: 712 envíos buenos en 785 intentos (91% de acierto). Los más participativos fueron Koke (88% de efectividad, con 92 pases buenos en 105 intentos) y Thiago (90% de acierto, 82 pases buenos de 91).