Y es que se ha topado con un jugador que agarra las oportunidades. Así lo ha hecho Lucas en el Atlético. También es cierto que decidió con serenidad. Hace tiempo desoyó una mareante oferta del City para quedarse al lado de Simeone, renovó y, de su mano, ha progresado de forma exponencial. Y jugando como lateral, un puesto que no es su ubicación natural. Ayer, en el minuto 28, se marcaba una cabalgada marca de la casa, todo potencia y decisión, que terminó en el penalti que transformó Griezmann. Sus compatriotas alucinan.