Lyon, una final para Correa
Fichado por el Atleti en enero de 2014, una operación a corazón abierto aquel junio retrasó su debut. Apunta a titular en Lyon. En Milán no jugó.
La final de la Champions League en Milán, entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, fue un varapalo para Ángel Correa. Porque ya podía jugar, ya estaba. Había superado esa operación a corazón abierto que había retrasado su debut con el club rojiblanco un año, era una de las sensaciones de ese Atlético de la 2015-16, un diamante en bruto que cada vez que salía erizaba la hierba con su fútbol potrero. Pero no jugó ni un minuto.
Ni fue titular ni tampoco uno de los tres cambios del Cholo (los elegidos fueron Carrasco, Lucas y Thomas). Algo que sembró de dudas su cabeza y su futuro. Se planteó irse al Barça, que le tentaba. Simeone le convenció de que se quedara. Le dibujó cuál sería su futuro. Cada vez contaría más. Dos años después de aquello, parece, Correa será titular en Lyon. Al menos ese era el plan del Cholo en las últimas horas.
La banda derecha ha sido una de las posiciones en la que más ha dudado el Cholo. Tenía dos opciones (o tres si Vitolo estaba recuperado para poder jugar): Thomas o el argentino. Parece que se ha decantado por el argentino. Si a veces desesperan sus pérdidas de balones sigue siendo esa chispa impredecible capaz de cambiar un partido.
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Elegido MVP de la final y del torneo, se lo dedicó a su madre. Uno de sus compañeros era un Simeone, Gio, el hijo mayor del Cholo, ahora triunfador en la Fiorentina. Esta noche quiere volverse a ponerse ese traje, el de las grandes finales, para volver a hacer lo que hizo aquí con Argentina: que el Atlético vuelva a ser campeón de la Europa League, Simeone.