Marina: “Simeone, como Luis Aragonés, ha mantenido el ADN”
Leyenda atlética (316 partidos) de los 80 ganó una Copa y una Supercopa de España, pero se quedó a las puertas de aquella Recopa de Lyon del 86.
¿Le debe Lyon una al Atlético?
Llegamos con mucha ilusión a la final de la Recopa del 86 y habíamos hecho una competición fantástica. Entonces era difícil conocer a los adversarios porque no se televisaban los partidos y había que buscarse la vida para conseguir un vídeo. No habíamos visto jugar al Dinamo de Kiev. Estando ya en la concentración Luis nos pasó el vídeo y nos quedamos impactados por la fuerza y calidad de aquel equipo. Cuando jugamos notamos que eran muy superiores. Ese día nos arrollaron.
Circula una leyenda. Dicen que Luis vio el entrenamiento del Dinamo el día antes de la final y se fue asustado.
Sí. El cuerpo técnico se quedó y les vieron hacer una sesión como si fuera un día de entrenamiento normal, con ejercicios de fartlek a tope. ¡Si hacían eso en la previa, qué no iban a hacer en la final! Y así fue. Nos quedamos impactados. Ningún equipo a los que me he enfrentado en mi vida ha sido tan superior como aquel Dinamo de Lyon. Competíamos en aquella época con Madrid, Barcelona, Athletic…, pero nada como esto.
Su Atlético, venía de ganar la Copa del Rey y la Supercopa, era también un equipo fuerte.
Éramos competitivos. Con Luis en el banquillo no podía ser de otra manera. Jugamos también un par de finales de Copa de la Liga. Estábamos siempre ahí, entre los cuatro primeros con las condiciones de aquel momento. Dos extranjeros en la plantilla y el resto, nacionales. Además tuvimos una época que del once inicial, ocho éramos de la cantera más Arteche que llevaba aquí desde los 20 años. Un grupo competitivo con una identidad muy fuerte.
Entonces llegar a una final europea supondría el doble de satisfacción.
Sí porque yo era atlético desde niño. Conseguir algo con el Atlético era como dárselo a mi familia, a mis amigos de siempre. El poder devolver algo a los que me habían apoyado para llegar me hacía dar un poco más. Para mí era muy emocionante jugar finales.
Haciendo una similitud, usted era un Koke… Manejaba al equipo con inteligencia.
El fútbol era entonces más vertical y a mí me gustaba mucho llegar al área rival y hacer goles. Era un jugador de ida y vuelta. Koke, en cierta medida lo es también, hace goles.
Bueno una mezcla entre Koke y Saúl…
A ellos dos los he tenido en el filial del Atlético, los conozco muy bien. Organizan y tienen recorrido y fuerza para llegar al área. Lo que a mí me gustaba. De juveniles ya se les veía futuro en el primer equipo y carácter.
¿Ve reflejado su Atlético en éste?
En la velocidad de contragolpe. Se parece al nuestro. Nos replegábamos muy bien y a la contra éramos muy peligrosos. El ADN se mantiene. Yo me crié viendo a los Gárate, Luis, Ufarte, Adelardo… Tocaban, pero también eran un equipo de contragolpe. Luis nos transmitió eso y perdura con Simeone.
Usted lo traía de fábrica. Le hizo debutar Marcel Domingo y después pasó por las manos de Luis. ¿Cómo recuerda su primer día?
Asustado. Eres del Atlético desde niño y, de repente, con 18 años te llama Marcel Domingo y te ves con los jugadores que has estado coleccionando en cromos. Después, cuando la pelota rueda, te vas sintiendo uno más. Además, cuando llegas de la cantera los veteranos se ven reflejados en ti y te ayudan.
Pasó muchos años en el fútbol base del Atlético y ha visto crecer a varios de los que van a jugar mañana, incluido a Torres.
Hemos tenido muchos. Koke, Saúl, Gabi, Torres, Lucas, De Gea, Roberto, Joel… Ojalá Torres pueda dejar el Atlético con un título. Se lo merece. Lleva años ejerciendo de atlético allá por donde va. Creo que somos favoritos, aunque no podemos menospreciar al Marsella. El Atlético llega bien. No creo que acusen ser favoritos. Desde que llegó el Cholo se han acostumbrado a jugar partidos importantes como éste.
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